Hace tiempo que escondes una mentira guardada, hace tiempo que ocultas algo sórdido. Te dirás de cristal, pero un perfume tóxico revela tu ser.

Esperas que regrese algún consuelo, que el engaño continúe. Esperas alimentarte de alguien y que tus redes siempre le mantengan atrapada.

Pero, tus ojos perdieron su vida y tu vida ronda las tumbas, tu boca sólo dice las palabras de un sucio violador.

Nada en ti ya puede despertar la ternura, ¡estás muerta, qué acaso no lo sabes!, tu alma se sigue pudriendo y ya no es sensato volver a tu lado.

No has sido víctima sino verdugo y muchas cabezas hay escondidas bajo tu cama. No digas que todos anhelan tu fin, porque eres tú quien no tiene piedad para quien fuiste y no tienes piedad por nadie que te lo recuerde.

¡Muere en vida!, porque aquello has decidido. Quisiste quedarte llorando a un costado de tus despojos hasta que se pudrieron.

La palabra amor es propiedad de los vivos. ¡Quédate con tus lágrimas, quédate al borde de tu cama arrebatada en el ayer!

Tu reloj se detuvo una noche y como fantasma vuelves al lugar de tu muerte una y otra vez.

¡Muere en vida!, porque preferiste el llanto a la risa, porque decidiste que la vida es sufrimiento y pisoteaste cada flor que se asomaba para ti.

¡Muere en vida!, porque después de todo a eso te has dedicado con el alma y te entregas a que tu persona se vuelva una sombra oscura impenitente por la eternidad.