- Miran las palabras con ojos ilusos,
más veloces de lo que se digieren las ruinas
con las que se nutren nuestros cuerpos. -

Afear no es propio de dioses, si no cosa humana;
No es la lírica de las cosas la resolución
precisa de los misterios.

- ¡Quedan tan pocos! -

Describen las palabras un viento azul,
la lluvia-aguja donde se guardó Abril,
la oscura esquina iluminada de roces.

Sentadas, a la orilla de un verso
duermen a la luna,
mientras el olivo a su hijo entona la oda verde y gris;
Gris firmamento. Verde aceituna.

- Solo verá estrellas cuando llegue al suelo -

Miran las palabras con ojos de niño blanco
en la cuna
el acertijo peculiar del mar con la espuma,
allí donde encubre con el sol sus secretos

y siegan las palabras el trigo más bruñido,
y vuelan al ave sin plumas;
Adornan de azabache al carbón negro.

- Sueñas despierto. -

Mira la campana, que aún rota brilla
y lanza su voz herida al viento.
He aquí las violetas…

- ¡No sigas! -

…

Si las palabras tuvieran ojos
llorarían viendo el crepúsculo de ratas
surgido en este tiempo sin palabras
por tu terco oscurecer de silencios;

- Y, sin embargo…-