PARA SER UN VIEJO. Se quedó sin futuro y la voluntad fue ajena a su ser. Se tatuó mil arrugas en la piel para parecer un viejo. Se dejó estar, y su rostro fue pura barba y pelo largo. Se tapó los oídos para no saber de jóvenes consejos. Se enturbió la vista para no mirar más allá del suelo. Se entorpeció el cuerpo para andar lento y tropezar. Se dificultó el habla para no decir cosas de anciano. Se inventó una demencia senil, pero nadie le creyó, No se llega tan pronto a decrépito sin ser drogadicto.
Texto agregado el 28-03-2014, y leído por 166 visitantes. (4 votos)