-estaba pensando en mi mamá. Dijo Gabriel el niño de 4 años.
-descuida ya vendrá, y estaremos juntos una vez más. Dijo el padre angustiado por la situación. La vida había sido muy dura con la humanidad, desde un inicio Gabriel lo notó, cuando al abrir los ojos solo pudo divisar una mancha obscura que lo cubría todo.
-tranquilo, hijo mío todo va a estar bien, te lo aseguro dijo el padre.
Las rocas de monte Saja Hiro caían al abismo perpetuándose en el fondo de un mar obscuro.
-toda la humanidad está a punto de desaparecer..waa!!!. -Decía la locutora de televisión, pasmada con el horrendo espectáculo.
No hace mucho todos vivían sus corrientes vidas enfrascados en sus tristes mundos luchando y sobreviviendo. Cada día tratándose de alejar de la rutina ya sea con material pornográfico y con películas Marvel. Este día tenía que terminar con un final feliz...
-mami, mami. -Dijo Gabriel con las lágrimas en el hemisferio occipital del oso cariñoso que le había regalado su madre hace un par de días atrás.
-No llores hijo, ya volverá...-Decía su padre aún más angustiado y con la voz quebrada. Él sabía, que la madre no volvería, él sabía que las hojas del tiempo se habían desvanecido de la pobre Mirian, él sabía que ya no volvería más a tenerla en sus brazos. Recordaba lo último que le dijo su amada esposa.
-Ama a nuestro hijo, con todas las fuerzas y dile que volveré.
-sé que lo harás, te amo. -Dijo el padre de Gabriel.
-Yo también, ya debo irme, están aquí y debo alejarlos.
-está bien, Dijo Hans el padre de Gabriel que no podía impedirlo, Las piernas cercenadas por la cruenta lucha lo habían invalidado hace mucho tiempo.
Todo parecía perderse en el universo parecía no haber control. Los Malditos acabaron con Mirian esparciendo sus restos por las arenas rojas de sangre, sangre de amor por una familia. Pero ese sacrificio fue lo suficiente para que su pequeño viviese por lo menos unas horas más.
El sol estremecía al planeta con sus ráfagas. Tormentas solares una tras otra envestían al planeta con brutalidad exterminadora. Era cuestión de tiempo para el segundo cometa choque contra el sol y era exactamente el cometa más grande que jamás se haya visto. Todo había llegado a su fin.
-Mami, mami, mami.....
-Aquí estoy hijo, mi tesoro, mi amor vamos donde tu padre que viene corriendo hacia nosotros.
-¡Papi!.........
FIN |