No quiero morir, dijo el hombre parado frente al paredón
con sus ojos cubiertos esperando la orden de fuego.
No quiero matar, dijo el soldado con su fusil apuntando al pecho
del hombre vendado en un camino de Granada.
Adiós luna, dijo uno, perdón Dios, el otro.
Silbaron las balas.
Vencio la obediencia sobre el coraje, el orden social sobre la poesía.
Esa noche, una luna gitana derramaba sus lagrimas.
Texto agregado el 28-03-2014, y leído por 145
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Lectores Opinan
28-03-2014
En granada fusilaron a García Lorca. girouette-
28-03-2014
Me encantaron las escenas... muy lindo ***** krisna22z
28-03-2014
apuntando a un espejo un hombre asesino su historia de obediencias encadenadas al vacío... saludos atanasio