Jeséd. Jeséd tiene miedo. Se come las uñas y se mesa los cabellos, aterrado. Yo lo miro y lo miro mientras él se esconde, congelado. Y ya no es lo mismo. Ya no están los dorados días de antaño. Ya no llegan las palomas a mirar por la ventana. Ya no hay largas caminatas por los montes, ni el omnipotente sonido de los pianos. Jeséd mira a su alrededor y sufre de terror. ¿Qué lugar es este, donde ya nada tiene propósito, sentido, razón? Yo lo miro y le susurro al oído:
"Es tu habitación, querido"
El gruñe y se cubre la cara con las manos. Se hace un ovillo sobre las sabanas sucias de la cama y suspira y suspira. La ventana, al otro lado de la habitación muestra un gris uniforme. No hay mundo, no hay lago, no hay calle ajetreada de autos y pensamientos. Tan solo esta alfombra de gris blancuzco, la sábana de la ciudad en la sabana. Pero ya tampoco hay ciudad. Pobre Jeséd. Pobre, estúpido y aborrecido Jeséd. Le miro y la pena que me cubre lentamente va desapareciendo. De ser un suave manto de sutil dolor pasa a una viscosidad horrible, asquerosa, que me cubre todo el cuerpo y lo vuelve pesado, un abrazo de lodo y heces. Rabia. Odio. Esa maldita criatura en la cama me inspira odio. Odio contra él y por él. Y mientras más le miro sollozar más palpable se hace mi furia. La siento llenar mi torso, inundar mis brazos, incendiar mis manos. Muere de una puta vez, engendro del infierno.
Ya es de noche. La luz naranja se adentra como estacas en la habitación. Yo ya no estoy. La habitación está vacía. Y el cadáver de Jeséd yace inerte en la cama, con la tráquea rota y morada. ¿Yo? Yo estoy afuera, comiendo nachos, tequila con amigos. Yo estoy aquí, enfrente de ti, contándote acerca de mis asesinatos literarios, que en nada te interesan. Mirándote, sintiendo como la rabia me llena el torso, inunda mis brazos, incendia mis manos...
Tell me I can love, otherwise I'll turn to rage.
Tell me I can run, otherwise I'll start to cry.
Tell me you exist, otherwise I won't scream
Please, please, tell me I can write, sing you a book
Otherwise... I'll turn to cinder, in this lonely light.
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