-¿Qué sabe el burro de alfajores?
Preguntaba mi tío Milo
Con actitud teatral digna de Esquilo
Consultaba a sus espectadores
Sobre lo que ese hijo de natura
Expresaba con tanta soltura
Habiéndose atrevido hablar de amores.

Suelta la risa como una cuerda
Y lanza al piajeno un honorable reto
Al Norte de la calle Dolores,
Púsole una nota llena y no en blanco
Que decía: “Te voy a comer la lengua”
Sabía el tío Milo dentro de todo
Que no era ningún manco.

Llegole el mensaje a la bestia
Se da la entrega en los Jardines
Más previa, más perpetúa su modestia
De quien de cerebro desierto viene
Ya que no se hereda lo que no se tiene
Y en algunos la soberbia va en patines.

Hay una moraleja en todo esto
Su latido en mi adentro me dice
Que no existe más grande necio
Que sin saber quiera pasar por docto
Como este infeliz, pobre jumento
Que ni los buitres queriéndolo al morir
Dejáronlo cadáver inconcluso.