Un día me vino a visitar mi buen amigo Charlie, un nativo y uno de los últimos sobrevivientes del Planeta Agua, un planeta ubicado en la galaxia sur. Acostumbrábamos conversar y a analizar el comportamiento de nuestras razas de origen y me llamo bastante la atención lo que Charlie me comentaba acerca de su antigua raza.
Charlie tenía mas de 100 años solares, y de vez en cuando salía por las galaxias a dar un paseo, visitaba cada rincón del Universo buscando respuestas acerca del estúpido comportamiento que tuvo su raza.
En el Planeta Agua existía un elemento mortal, Charlie me decía que le llamaban ‘’dinero’’. El Dinero causaba estragos en la población, convertía a la gente en egoístas e individualistas. El dinero era el encargado de decidir a que parte de la sociedad pertenecías y por ende tus oportunidades en la vida. Todas las potencias del Planeta Agua querían poseer este elemento, hasta incluso se dedicaron a inventar enfermedades con su medicamento respectivo, la idea era contagiar a países pobres para que estos luego compraran los medicamentos a las grandes potencias, la gracia de esto era que cada medicamento costaba 95 veces mas caro que producirlo.
Luego de años, solo quedó la octava parte de la población, y las políticas siguieron siendo de mal en peor, las grandes potencias inventaban problemas y te vendían las soluciones de forma intangible, al final los habitantes del Planeta Agua no sabían que era lo que estaban pagando.
Y esto empeora aún mas, se creaban sectas, en donde sus líderes condenaban a todos los habitantes, inventaban lugares ficticios después de la muerte en donde quemaban el alma de la gente, luego argumentaban que para poder salvarse debían donar su dinero a las sectas y así sus almas descansarían en paz. Lo mas triste de todo era que no tenías acceso al conocimiento sin antes pagar una suma de dinero o dar a cambio un bien material.
Charlie me cuenta que en el Planeta Agua ya no quedan habitantes, hace años las grandes Potencias decidieron emigrar a otros Planetas a instaurar el modelo. Mi buen amigo Charlie me contó de su último proyecto. Pasó años investigando la biología celular y su gran avance fue crear una nueva raza a la que le pondrá ‘’humanos’’ y utilizará el Planeta Agua para reproducirlos. Él propone la tesis que esta nueva raza será distinta a la raza del Planeta Agua, tan seguro está de esto, que ahora ha rebautizado el planeta, hoy lo llama Tierra.