Todo empezó con el lavarropas. Primero lavó mi remera, después lavó mi jean, después lavó mis alpargatas. Ahora la borrachera, la bocina y la voltereta en el capot. Y aquí estoy sentado en el asfalto a contramano aguardando que la voracidad del policía me haga la boleta.
¿Serán éstas las vueltas de la vida?.
Texto agregado el 22-03-2014, y leído por 407
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