Saben, a veces cuando camino me suelo asustar, debería acostumbrarme a su presencia pero no lo puedo hacer, y llego a estados de desesperación, de esquizofrenia; pienso en el suicidio como una buena alternativa pero nada, tu apareces y desapareces en mi, en mi sendero, en mi caminar, miro hacia atrás y tu estas ahí, vuelvo a ver y ya no estas, entonces mi vista se dirige hacia un lateral llevada por tu presencia porque ahora tu te encuentras ahí, suelo atravesar la calle y entonces vuelves a desaparecer y ahora estas enfrente mío, en una actitud amenazadora, a mi no me queda sino hacerme el loco intentando ignorarte, pero para que, si mi desesperación vuelve nuevamente y con ella mis ganas por desaparecer y ver si de esta forma te logro por fin vencer.
Más de una vez e tratado de ahorcarme, pero cuando preparo la soga te vuelvo a ver a ti con tu delgadez deforme y casi desafiante para ver si cometo el acto más atroz, es por eso que me arrepiento y enfoco mi visión hacia otro lado. Porque no te alejas y me dejas en paz, porque te aferras a mi, cuando yo solo deseo alejarme de ti. Creí que el sol me ayudaría a deshacerme de ti, pero el día es peor que la noche y cuando esta llega un poco de alivio siente mi corazón, el cual aumenta con el transcurso de la noche y con el llegar de mis sueños cuando duermo, suelo levantarme a media noche y tu silueta se encuentra ahí, a mi lado; pero frente a la penumbra de la oscuridad absoluta tu desapareces y mi corazón se alegra de no verte pero mi temor sigue aunque ya no por ti si no por la soledad dentro de aquella oscuridad. Mmmmm que loca paradoja, el tener que elegir entre verte a ti a mi lado y deshacerme de ti y concurrir a una llana soledad que no es mas que mi oscuridad, oscuridad que también la formas tu; creo que de por si oscura es mi vida, teniéndote y no, huyendo y no, enfrentándote y arriesgándome y queriéndote al igual que odiándote y soñando luego de un despertar al igual que despertando después de mi soñar. Me atrevería a decirte que te odio y te maldigo, pero; igualmente te amo, y luego de pensar y enredarme en mi mismo tu me causas la mas grandiosa risa al comprender que tu no eres mas que mi sombra.
|