Y llega la tarde con sus atuendos de misterio.
El sol no está cansado… parece que lo estuviera…
Él no está muriendo… parece que se muriera.
Las nubes sonrojadas ondulan su silencio ajado
La luna inquieta trinca rayos que el astro le ha dejado.
Los pálidos celajes se entrelazan.
De salto en salto se matizan incontenibles
De trazo en trazo se hacen más ostensibles.
Como si la luz adormilada quisiera protegerse
Como si el sol los necesitara para guardarse.
Texto agregado el 16-03-2014, y leído por 107
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Lectores Opinan
16-03-2014
Bello ocaso...única la forma como lo admiras **** krisna22z
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