Herida de vida y muerte, de rojo a la sombra y a más de mil grados se desgarra del suéter. Vino a verte. ¿Y qué dijo? Tan solo su labio en remojo fue testigo del robo... Algo del cielo maldijo. Fijo...
Texto agregado el 15-03-2014, y leído por 203 visitantes. (1 voto)