En la quietud de mi largo vivir, he detenido mis pasos, y en retrospectiva veo mi vida tan vacia. Todo lo que mis sueños de niña forjaron en mi alma como anhelos, deseos que serían una realidad cuando creciera, quedaron olvidados, dolorosamente transados con una realidad abismante. Viajes no realizados, sueños incumplidos, amores olvidados. Si, cuantos amores olvidados, reemplazados por pasiones sin sustancia que me dejaron aún más vacia.
Amaba mi vida, amaba mi esencia, amaba mi manera de ser, y ahora me he convertido en una traídora, he negado mis sueños y los he reemplazados con remedos de algo que he llamado felicidad, "felicidad", Ah! felicidad, esquiva, temerosa de llegar a mi vida porque fue permutada por conformismo. Ahora, al mirar hacia atras lo veo tan claro, cuantos momentos desperdiciados, cuantas veces llamó la oportunidad de ser feliz y yo simplemente le dí la espalda. Viví mi vida con tanto temor, temor de que lo hecho no fuera lo correcto y olvidé tomar el néctar de la vida, negué mis sueños, me frené por un pudor sin sentido, me amé muy poco y no me dejé amar y ser feliz. Cuando miré en tus ojos, fue tan mágico, sentí que el tiempo se detenía que no existía nada más que tu y yo, y te ví turbado, sé que sentiste lo mismo...Al pasar el tiempo ese era nuestro juego, mirarnos fijamente a los ojos, como tratando de hablarnos en silencio, lo disfrutaba, era feliz, pero paradógicamente eras sólo un muchacho, tantos años de vida nos separaban y una vez más sólo me conformé con las migajas, mirarte hasta sentir que el corazón se me salía del pecho y sufrir. ¡No sabes, cuánto deseo un beso tuyo! sólo eso, sólo eso para poder decir que mi vida no fue en vano y pude conocer y saborear finalmente la felicidad aunqué sea por un instante... |