POEMA S.
(Las voces en silencio).
Íbamos juntos por mis sueños,
unidos de la mano, nuestros cuerpos,
mi piel se encendió, por el roce de la tuya,
y éramos los dos dueños,
tu cuerpo moreno mi alma exalto,
tu sonrisa era en la noche la luz,
que desde hace tiempo me alumbro,
en mi camino de tinieblas,
con tus ojos, a mis ojos el brillo regreso,
y mi corazón dormido despertó,
hacia mil lunas que olvidarte,
en silencio quería yo,
pero hoy, en el alma,
tu sonrisa, cuerpo y rostro apareció,
cuando parecía que te olvidaba ya,
de nuevo, mi sueño a tu corazón me entrego,
y mi rostro al despertar,
tu sonrisa dulce y tierna como espejo reflejo.
Rey Cimba. ©
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