Estoy tirado en el pasto, debajo de un árbol;
las ramas se ven tan lejanas, azules;
mi vida va trepando el tronco y la sabia;
mi espalda no puede alejarse del suelo;
mi pecho flota girando mi alma.
Texto agregado el 08-03-2014, y leído por 100
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Lectores Opinan
08-03-2014
Tu poesía es tan sutil que como lector no se advierte la revelación sino hasta que ésta se ha consumado: queda como un río que no termina de pasar. ¡Qué excelente manejo de una descripción que no promete, en un convocar al extravío!
De lo mejor de por aquí. omeros
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