En los años que vivi en Madrid, conoci mucha gente hermosa con historias increibles, que me tocaron el corazon de una manera irreversible... Una de esas personas fue Jose, un albañil de mas de 60 años, todos los dias Jose venia a desayunar a un Cafe Flamenco que habia en los bajos de mi edificio, yo tambien...Este lugar era restaurant de dia y taberna flamenca de noche, el Vicente, dueño del lugar era uno de los bailaores mas reconocidos de la ciudad, tambien le tenia un aprecio especial a Jose, lo queria como a un padre, eran muchos lo años compartidos con este hombre al cual el tiempo le habia dejado huellas en la cara y en el alma... Todas las mañanas llegaba Jose, y siempre la misma rutina...
-Ole Jose.... que se te ofrece hoy?... decia Vicente
-Na'... Un cafe negro, churros y un buchito e Flamenco...
Los que no conocian el caso, miraban con curiosidad, los que sabian, sonreian con ternura...
Siempre al oir esto, el ayudante de Vicente le preparaba el cafe y los churros a Jose, y Vicente ponia cualquier disco de "Camaron de la Isla" o de "Tomatito", y, se subia al escenario y le dedicaba tres minutos y medio a bailarle al Jose, que terminaba su desayuno con lagrimas en los ojos, recordando su epoca de bailaor y sus grandes amores...
El tiempo paso... Tambien Jose, que se fue a bailar a alguna nube con tonos de Flamenco y Fandanguillo... pero aun, despues de mucho, todos los dias, como ritual el Vicente ya con visibles marcas de la edad vivida, baila tres minutos y medio en honor a Jose, su cliente preferido...
-Para ti jose!... y Ole'... |