Querida mía, Junto a la carta que te envío Va también la primavera Atrapada en unas briznas de hierba. Espuma en la proa, Gaviotas en el cielo, Brisa fría acariciando mi rostro. Navego despacio Hacia donde el mar se une con el cielo. Esta hoja en blanco Es a veces un abismo Que trato de llenar Con amores y sueños. Eres una rosa Que creció en el pantano, Te rego el semen y la sangre Que atrajo tu pérfida belleza. Allí donde termina el amor Empieza la poesía.
Texto agregado el 07-03-2014, y leído por 122 visitantes. (2 votos)