Florencia se sienta en la mesa más cercana al sol, en una de las esquinas de la terraza del café. Estira el cuello hacia atras y deja la mirada perderse en las ramas de los árboles que la cubren. No está adelantada, sino que son ellas, Violeta e Isadora, las que vienen atrasadas como siempre.

Violeta llega primero; se siente el paso de sus tacos aguja desde antes de llegar al café, su caminar firme y sincronizado como un militar, la mirada perdida en su telefono celular que maneja con una sola mano, mientras en la otra comparte tres dedos con un capuccino a medio tomar, y los otros dos con una colilla de cigarro a punto de consumirse.

-Ah como? Solo estás tú, Florencia? Y yo pensando que venia atrasada...
-Viole querida tanto tiempoooo – saluda sonriente, levantandose de un salto para abrazar a su amiga.
-Tan efusiva, tú
-Es que no te veía hace meses....como has estado?
-Aquí, rabiando con la gente de mi oficina...casi perdimos la cuenta de un cliente importantisimo por culpa de la inepta de mi secretaria..
-No me digas...en serio?
-Si. Pero arregle todo
-¿Lo arreglaste? Como?
-La despedi.
-¿la despedistee?
-Se lo tenia merecido. 5 años metiendo la pata la vieja esa. No queria echarla para que pudiese jubilar con nosotros pero...9 meses más de incompentencia son más de lo que podria aguantar
-Ay, pobre viejitaa

Violeta vuelve a mirar a Florencia con ojos reprobadores; solo en ese momento se percata de que ella sigue a medio abrazarla, asi que la toma del brazo y la dirige con determinación hacia su asiento.

-Pero no vinimos a hablar de mi oficina, querida. Sientate y cuentame de ti. Que estas tomando?
-Agua con limon, menta y jengibre
-Siempre tan alternativa...Mozo, mozo..traigame uno de estos -le indica al garzón entregándole el vaso de papel con capuccino a medio tomar de la cafetería de la competencia.
-Señora, disculpeme...no sé bien qué es lo que usted estaba bebiendo aqui.

Violeta baja la cabeza y mira al garzón fijamente a los ojos.

-En primer lugar....¡Señorita! Que harto caro me salió divorciarme. Y en segundo....es capuccino, no está viendo? Pero agreguele canela y chocolate liquido.
-No, no tenemos liquido, solo en polvo...
-Ves, Florencia? ¿Ves? Por eso no me gusta cuando eliges el lugar. Nunca tienen nada!
-Ay Viole, es que acá esta la terracita, llega el sol, tienen hierbitas...
-Siempre la forma y nunca el fondo ¿no? Ja -ja -ja – sentenció con una carcajada que no se dibujó en loslabios, solo en el sonido, para luego volver al garzón nuevamente – Bueno, traigame de ese que ustedes hacen aquí, no me queda otra....Bueno linda, y tu muy regia no? Cuéntame en qué va tu vida.

-Ay, acá todo bien, aunque ya no estoy trabajando...
-Renunciaste?
-Me despidieron.
-De la agencia de viajes? Y porque?
-Me dijeron que no me veian motivada. Y la verdad, me cansaba bastante ese trabajo, asi que por un lado, mejor que me hayan despedido.
-Pero si no hacías casi nada ahi..
-Si, pero no me dejaba tiempo para estar con mi negro
-¿Tu "negro"?¿Que estás saliendo con alguien?
-Sigo con el Richard...
-¿Quien? ¿El cubano?
-Si, el mismo
-¿Todavia con ese?
-Sii, ya llevamos casi dos años...
-¿Todavía con ese?
-..ahora está haciendo clases de zumba...
-¿Todavía con ese?

Antes que Florencia pudiese contestar, Isadora llega con paso apurado y cargada de paquetes.
-Chiquillas perdonen perdonen perdonen! Me puse a comprar las cosas para los niños y no sé como se me fue la hora!

Violeta giro levemente su rostro para recibir un beso en la mejilla de su amiga
-Tus atrasos no son novedad para nadie, Isadora – dijo a modo de saludo, sin dejar de mirar a Florencia. Ya ésta volvio a levantarse euforicamente a abrazar a la recién llegada
-Isadoooora mi linda tanto tiempooo – gritaba mientras se daban un abrazo columpiado. Isadora solo se limitaba a emitir pequeñas carcajadas ritmicas, mientras intentaba analizar las dos cosas que mas envidiaba de Florencia: su cuerpo y su pelo.
-Flo, tu tan flaca como siempre galla..-dijo en voz alta, sin dirigirse realmente a ninguna de las dos presentes, mientras tomaba las puntas de los largos cabellos claros de Florencia y los dejaba deslizarse entre sus dedos.
-La naturaleza, querida, la naturaleza.....yo ni siquiera hago dieta!
-Te odio galla!
-Jajaj, ya pero sientate con nosotras Isadora que nos estamos poniendo al dia aquí con la Viole!
-Si, sientate con nosotras Isadora, pues es mejor que estés sentada para oir lo que Florencia aqui nos tiene que contar. ¿Sabias que está cesante y sigue con aquel cubano que baila salsa?
-Zumba
-Salsa, zumba. Whatever!
-Noo galla! Me muero!
-Jajaja, ay chiquillas que le ponen! Si yo estoy feliz!
-¿Feliz? ¿Feliz sin pega?
-Me sirve para descansar..
-¿Y de que vas a vivir?
-Me quedan unos ahorritos
-¿Y cuando se te acaben?
-Ya saldrá algo...
-Pero cómo no me avisas antes, Florencia por Dios! Me hubieses mandado tu CV en el mismo momento que te quedaste sin trabajo y ya lo habria reenviado a un montón de head hunters que conozco!
-Ayy que buena idea, me encantó. Te lo mando mañana mismo.
-Ese CV me lo tendrias que haber mandado ayer, Florencia. ¡Ayer! ¿Y me lo quieres mandar mañana? No pues. Me lo envias hoy mismo apenas llegues a tu casa, si no hay tiempo que perder!
-Jaja, ya bueno Viole, te lo mando hoy dia si que si
-Pero te lo tomas todo para la risa, mujer. Yo en tu lugar estaria desesperada.
-Ay dejala Violeta. La Flo es asi, relajada, y asi como es siempre las cosas le han resultado bien,no cierto, Flo?
-Si pues, como siempre digo, los hombres van y vienen, y el trabajo nunca falta mientras tenga pies manos y cabeza! Y aqui me tienen, vivita y coleando a mis 40!
-Ay, si, 40- sentenció con un dejo de pena Isadora, mientras sobajeaba el brazo de Florencia con un dejo de compasión – y llegaron nomás.
-Si, llegaron...
-..y de niños ya nada ¿no?
-Y si, nada...-respondió Florencia sin perder la sonrisa.
-Ay mi chanchita – Isadora se acerco a Florencia para darle un abrazo prolongado mientras Violeta encendia un cigarrillo y miraba para el otro lado. - vas a estar bien mi Flo, vas a estar bien...
-Gracias Isa...pero estoy bien – aseveró Florencia desde el desconcierto que le producia la situación.
-Si, lo se mi chanchita, lo se...se puede...vamos que se puede!
-Pero de veras que estoy bien....tú lo dices por lo de los hijos, no?
-Si pues mi niña...yo también pense que llegaria el dia en que te veria con una guaguita en los brazos...pero imagino que el cubano no quiso, no?
-Richard queria un hijo. La que no quiso fui yo
-Cómo? Tu no quisiste?? Tu?
-Al fin un poco de cordura. Tener un hijo del cubano que baila zumba era desastre financiero seguro.
-Pero como es eso de que tú no quisiste? ¿Como podrias tu no querer un hijo??
-Y no me siento preparada...
-Pero Flo, si ya cumpliste 40! ¿Como no vas a estar preparada? Es que si no tienes hijos ahora ya, no los vas a poder tener nunca..
-Y bueno, quizá no sea mi destino ser madre

Isadora se tapó la boca con su mano derecha, mientras intentaba agarrarse de la chaqueta de Violeta, quien no podía ocultar la sonrisa burlesca que se le dibujaba. Mantenía la mirada en el horizonte, seria, pues si miraba a cualquiera de las dos, se le escaparían las carcajadas que tanto le costaba aguantar.
-Como no va a ser tu destino!...te volviste loca? Para que fuiste mujer si no vas a tener hijos...
Florencia se mantuvo en silencio, sin dejar de esbozar la sonrisa optimista que traía desde que llegara.
-...Tienes que ponerte en campaña desde ahora YA! Si el Richard quiere ser padre, entonces aprovecha y que te embarace de una vez, antes de que ea demasiado tarde!
-Epa epa epa...no le des esos consejos, Isadora. Tu sabes muy bien que ese tal Richard no tiene ni un peso partido por la mitad. ¿Como quieres que mantenga a un hijo más encima? Ni siquiera le dá para mantener a si mismo– volviendose hacia Florencia, puso su mano sobre la de ella – No te ofendas por lo que digo querida, no estoy juzgandote ni a ti ni a él, es sólo una constatación de los hechos

Florencia se sonrie, y ladea su cabeza ligeramente hacia un lado,

-..Lo que tu debes hacer, querida, es dejar a ese cubano, ponerte a buscar trabajo e independizarte. No podemos vivir a merced de la voluntad de los hombres, chiquilas! Ustedes creen acaso que yo podría mantener este nivel de vida, si dependiese de la pensión que me dá Julián? No me dá ni para las cremas antiarrugas!
-Pero Violeta, ¡¿cómo la Flo no va a tener hijos?!..
-Cómo la Flo va a vivir sin trabajo, digo yo. Mira Florencia, si por ultimo te mantuviera un magnate, no me preocuparía-...pero en tu caso, vas a tener que mantener al cubano tú
-Y en tu vejez, ¿que vas a hacer?
-Sabes lo terrible que es la vejez sin dinero?
-Y solitaria! La vida sin hijos, sin nietos..tan sola..
-Tan carente...
-Navidades sin regalos...
-Viviendo de la caridad del estado..
-Ay chiquillaaass ustedes siempre tan preocupadas por mi, las adoroo si son como mis hermanas!

El ringtone de una canción de Pearl Jam irrumpe de repente.
-Un momentito que me llama Richard..sigan hablando ustedes, vuelvo altiro...

Florencia se retira unos pasos para estar más en privado. Isadora y Violeta se miran de reojo y deciden no hablar entre ellas, sino que optan por intentar oír la conversación de su amiga con el cubano.

-Ayy mi amorcito pero si estoy con las chiquillas...jajaja...sii, si ya me voy a casa....en serio? Denuevo? Chancho cochino! Si ya lo hicimos en la mañana....jajaj....pero si no me puedo ir ahora, llegaron hace tan poquitoo...pero como no te vas a aguantar un rato más..

Isadora oye y su rostro se endurece. Piensa en su marido, Javier, recostado en la cama, con aquel pijama gastado y con hoyos, o la sudadera que usa cuando toma cerveza viendo televisión.

-Quee? Compraste esos aceites?...ayy si...a frutilla? Bueno pero si me voy ahora me tienes que prometer que me vas a dejar a mi primero ....ja ja ja...ayy deja pensar en qué les digo...sii, si estoy caliente también chancho cochinón cochinote!!

Violeta oye y vuelve la cara hacia el otro lado. Piensa en Fernando, su ex marido, en la cama con aquella cualquiera que trabajaba en la panadería. Ël le hablaba sucio, y ella se reía. Le decía cosas inmorales, cosas pornográficas, cosas que nunca le habia dicho a ella.

Javier comiendo con la boca abierta, con el cabello despeinado, reclamando porque su calzoncillos no están bien planchados y peleando con los niños por el control remoto

Fernando con aquella secretaria que empezó a ver cuando ya había dejado de ver a la de la panadería, una más joven y con pechos más duros, la mujer con la cual rompió por segunda vez su juramento de fidelidad.

-Pues ya, ya me voy...si esperame asi..como? Que? No me mandes una foto...si sé como se te pone cuando la tienes dura...pero...jaja y me la mandaste nomas! Eres un pervertido jajaja...no, no la puedo ver ahora o las chiquillas se darán cuenta....

No recordaba cuando habia sido la ultima vez que Javier la habia sacado a bailar. O al cine. O a cenar. O a un motel. Porque en casa, claro, con los niños al lado, y el ruido, y que cuando se estresa no se le para...

Odiaba a Fernando, no sólo por la humillación, no solo por el engaño. Lo odiaba porque lo necesitaba. Se habia llevado lo que ella más queria, su sentido de independencia.

Florencia vuelve a la mesa, pero no se sienta. Solamente toma su cartera.

-Chiquiillas, tengo una emergencia. Richard se siente mal y esta en cama...tengo que ir a cuidarlo, ustedes saben...
-Asi que además de mantenerlo, eres su enfermera?
-Pero Flo, recién llegué, galla...¿no te puedes quedar un ratito más?
-Es que el pobre está ardiendo en fiebre...pero me encantooooo verlas...tenemos que repetir este cafecito luego luego ¿ya? - Florencia no espera respuesta y se reclina a despedirse con un beso en cada mejilla de las mujeres, quienes se mantuvieron sentadas en la mesa .
.-Prometeme que vas a buscar trabajo y que hoy mismo me vas a mandar tu CV
-Y prometeme que vas a ponerte en campaña para ser mamá
-Ay mis lindas...Las adoroooo....


Florencia se da media vuelta y se retira, sonriente, con el pelo largo que se menea para el lado con cada paso que da; camina mirando hacia el sol, apurada. Y mientras Isadora e a Violeta la observan irse en silencio, ella piensa en lo afortunada que es al tener tan buenas amigas.

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