Recuerdo a Dios
desde los primeros pasos de mi infancia
era la luz de la mañana
la oscura tristeza de la noche
caminaba conmigo
me tomaba la mano para mostrarme su Creación
veíamos una hoja o una hormiga
paseábamos por el mar
dormíamos tendidos sobre las estrella.
No dudé un momento que era él mismo
lo ataba a mi corazón
lo dibujaba en mi alma.
Nunca le hice preguntas
ni le pedí cosa alguna
simplemente caminaba con él
y sentía que todo el Mundo era para mí.
Texto agregado el 07-03-2014, y leído por 97
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Lectores Opinan
12-03-2014
Y lo es. Todo para ti. agostina
07-03-2014
creer y constatar es siempre lo mejor, lo demás basura en el ojo... saludos atanasio