Hago callar mi voz
para que me escuches,
guardo mis palabras
para que me leas,
cierro mis ojos
para verte
y me arranco el corazón
para que no sienta.
Pero es tu silencio
quien me habla,
son tus palabras
las que escribo,
tus ojos cerrados
que me miran
y es tu corazón
quien no me llama.
Muero entonces,
para olvidarme de ti
y mueras conmigo.
Pero aun muriendo
todas las noches,
mis pensamientos
me llevan a ti,
te imaginan a ti,
piensan en ti
y te aman sólo a ti.
Texto agregado el 03-03-2014, y leído por 181
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