Anoche la soñé, su pelo negro
como sus ojos, más negros que el silencio..
La soñé reclamándome caricias
buscando la tibieza de mi cuerpo.
La soñé junto a mí, con su mirada
queriendo penetrar mis pensamientos.
con su espalda curvada y sus gemidos
como una gata en celo.
La soñé tan real, vívidamente,
que tengo dudas que haya sido un sueño
Si no fuera que eché al aire sus cenizas,
iría a ver si está en el cementerio.
Texto agregado el 02-03-2014, y leído por 195
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
02-03-2014
Me gustó toda,menos lo del cementerio.UN ABRAZO. gafer
02-03-2014
"Donde hubo fuego cenizas quedan" dicen, pero en este caso sacarse las dudas sería algo bastante macabro... Saludos. hgiordan
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