Acariciar el amor
es subir a lo alto de la luna
contemplar desde el desierto al mar,
lo glorioso que es todo,
reflejando la transparencia de la brisa
al compás del aliento
que se exhala como queriendo alcanzar algo
que no podemos ver ni tocar.

Respirar el amor
es el síntoma más complejo
que el ser humano vive,
desde descubrir mariposas en el estómago
hasta describir lo inexplicable,
como el porque la luna
no cuesta tanto verla, así como el sol
y a la vez, atrapa tanto
que sumerge muchas miradas,
en variados matices de los sentimientos.

Para comprender el amor,
¿Será necesaria comprender la soledad?,
dos vínculos, que aunque sea
como el blanco y el negro,
involucra tanto cada aspecto,
que van de la mano,
y siempre una sobresale de la otra,
y que con el recelo
aparece entre la sombra,
para recalcar miles de sentimientos
que fluyen en nuestro cuerpo
para gritar y expresar
lo maravilloso y bello
que es estar enamorado.