Mañana, hechas nuestras vidas, llenas de cotidianeidad, seremos probablemente un cuadro, una imagen, un recuerdo, un recuerdo que, como en la Roma de Fellini, desaparecerá, color por color hasta el último pigmento cuando una ráfaga de aire nuevo lo barra todo y nos cubra de olvido. Pero mientras tanto, el juego es vivir, tener miedo y vencerlo, estar cercado y apostar por la vida derrotando siempre a los suicidas, a los carroñeros que se despedazan porque sí, porque no saben hacer otra cosa, porque jamás entendieron nada y porque lo último que quisieran es entender, porque si entendieran, desaparecerían, no serían más.
Carlos D. Mesa Gisbert, Cerco del alma, 6/1/2014

POR QUE ORANGE
Porque la suspension como inmovilización es el sobrevivir, colectivamente pero sobrellevando la furia vital del hombre en el seno de la estabilidad cotidiana también colectiva, apostados los individuos alrededor del calor como alimento de lo consabido y todo aquello que se da existencialmente por sentado.

Y el verdadero Apocalipsis siempre se ha intuido como la destrucción de esa misma inmovilidad y que el marco colectivo-vital del hombre como matrix como madre, se deshiciera, rompiendo lo que constituye una especie de encantamiento, nunca del todo inerte ni tampoco en estado prolongado de crisis y congoja;

Y así alternándose en el tiempo entre miedo y alivio, entre dolor y alivio como superación, entre una pasajera desolación y la esperanza renovada, siempre ante el altar de los hijos y el cobijo que dan las futures generaciones como promesa como ataúd de madera, en realidad, que flota en la marejada y al que se ha de agarrar necesariamente ante el pánico del ahogamiento y el descenso final, hacia la oscuridad cerril y opaca de la nada.

Y la amenaza en este sentido más seria respecto a la destrucción de este necesario espacio antropológico y vital como encantamiento, es precisamente el afán impositivo del hombre de saber, de entender el mundo, que sin embargo y paradójicamente, es su verdadera pasión vital como fuelle como su mayor manifestación de violencia sin parangón alguno, siendo el motor de todo bajo múltiples avatares de la obra y quehacer del hombre, en todas las culturas y no solo respecto a la ciencia de occidente.

Por eso ha de estar siempre bien sujeto porque es verdaderamente la satania que estrangulará en su ferocidad la posibilidad misma de más nada;

Y el mito-las narrativas colectivas, individuales e incluso conceptúales respecto a toda clase de entendimiento-forma un gran compendio semiológico y vital, siendo eso precisamente el mayor instrumento como garantía de la suspensión y sujeción del impulso cognitivo-vital del hombre de imponerse a través de la comprensión conceptual respecto al mundo que preso desde luego lo tiene en su corporeidad.

La trinidad cristiana es solo un ejemplo de un mecanismo de contención de la fuerza humana-precisamente sobrehumana en cuanto pretende siempre ir más allá, siempre con una interrogación posterior y nueva, siempre sin limite alguno en el deseo humano de imponerse como ser orgánica pero cognoscente-y la trinidad postula una necesaria incongruencia lógica como techo como limite, mas allá del cual ya no hay nada, necesariamente y respecto a la racionalidad humana pues pretende poner precisamente coto a ella:

Y hemos de aceptar final y definitivamente que uno más uno, mas uno son uno, siendo el límite ya de todo necesariamente para que no nos resbalemos hacia el abismo de la incoherencia lógica, procurando precisamente que no haya más allá lógica alguna, pues todo a partir de ahí puede ser solo conjeturas debido a esta programada falacia de razonamiento como parapeto respecto a cualquier evolución futura.

Por eso es, en parte, que el cristianismo se hiciera aun mas fuerte en su desarrollo histórico, fragmentándose según la furia y saña cotidiana y vital de sucesivas generaciones dentro diferentes zonas culturales y geográficas-siempre según la efervescente ferocidad del yo en su propio tiempo histórico y su falsa humildad ante la agonía como arrogancia de estar vivo-pero sin que perdiera nunca su narrativa base como plataforma sobre el que tender este particular encantamiento antropológico colectivo y vital.

Otro variante de alguna forma está en la visión cósmica hindú que postula a grandes rasgos mundos sucesivos, cada uno terminándose como contextos antropológicos humanos para dar apertura al siguiente, siguiendo la muy certera lógica de que la naturaleza del tiempo humano-vivido por el ser humano-se deshará naturalmente tarde o temprano;

De ahí que las divinidades hindúes sean postulados como regentes de este proceso de evolución puesto que el hombre, en cualquier caso, lo va a hacer él dado su naturaleza insaciable en su voluntad de vida, de ser como afirmación como poder.

Y la proyección cósmica y espiritual en este caso es un natural reflejo como respuesta a lo que es el hombre y el problema o dilema que representa en su naturaleza que precisa paradójicamente de limites que sin embargo ha de vivir para traspasar, fatalmente, y en su naturaleza.

El uso, por tanto, de una conceptualización de la antropología como esencialmente semiológica en la vertiente no exclusivamente corporal y en cuanto a la relacion del hombre con su mundo, es algo recogido por Orange de la misma historia humana, y no simplemente de la obra de Umberto Eco y otros;

Que la relación cuasal entre Eco-y otros autores asociados con el desarrollo histórico de esto de la semiología-y Orange habría que entenderse un poco mejor, ciertamente, antes de empezar a emitirse juicios de ofensa, saña y bien poca autoestima, en realidad, por parte de quienes ahora los vociferan.

En cualquier caso, no es culo de Umberto Eco que lamo, sino el de Primo Levi-y verdaderamente como por ello mucha mierda;

La mierda de Auschwitz-Birkenau, Treblinka, Belzec, Chelmno-la mierda con el que vosotros seguís cubriéndoos a modo de un tratamiento de belleza, hasta que se seque y restablezca el tono y complexión buscados de la piel y vuestra bienestar inconsciente y antropológica, como siempre, sobre la carne, uña y huesos de otros como calida frivolidad ahora en su corazón-como siempre en realidad y desde el punto de vista de la comprensión psicológica-antropológica del hombre.

Por eso Orange.

Por eso ahora.

No habrá perros en la mesa donde como yo.

Ya no.

Y la mesa es mía ahora, no te quepa la menor duda.

Empecemos

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Texto original de Carlos D. Mesa Gisbert:
http://carlosdmesa.com/2014/01/06/el-cerco-del-alma/