¡RECUERDAS AMOR!
Si de mí ¡Amor! un día tú te cansaras,
te pido guardar ¡Seguro! en el corazón,
aquellas cosas de valor que conmigo usaras,
por si un día por alguna razón,
quisieras recordarlas.
Mis besos fueron tus besos, mis caricias,
llamas que encendieron tu cuerpo, mis manos la delicia,
las llaves cuando excitada tuve que apagarla.
Música en la cama, cuando de felicidad lloraba,
mi voz, sonata divina, si la melancolía llegaba.
con la luz de mis ojos ¡Segura! por el mundo andaba,
mis brazos ¡Barrotes de acero! protegida en mi pecho,
cuando el frío de invierno tu cuerpo azotaba.
¡Recuerdas! amada, la luna de amarilla melena, pedía un lecho,
una almohada rellena de plumas, a Dios para los dos,
cubierta con tela de seda ¡Blanca! como el armiño,
donde reclinar las cabezas, tus ojos, destellando luz como dos anillos,
hermosas sábanas de gasas, todas, con festones adornados.
tus lágrimas de ¡felicidad! Sobre ellas caían,
al besarte ¡Toda! mis labios con ellas, se humedecían,
el cuarto oloroso a jazmín ¡Quizás! crisantemo otoñal,
su perfume diabólico nos hacía despertar,
sembrando el amor, desde aquel maravilloso tres de junio,
su olor, enraizado en solsticio de verano, la luz de plenilunio,
encendía el deseo, revivía la pasión ¡Haciéndonos soñar!
JOSE NICANOR DE LA ROSA.
|