Cansada, con frío y hambrienta
¡La calle tan desolada!
y todo lo que ahora sienta
es desde la semana pasada.

Mi padre dejó a mi madre
por entregarse a las drogas
ella lucha como puede
en el día a todas horas.
No teniendo educación
buscó a un hombre que 'la quiere'
y en ésto le doy la razón.

Mi padrastro es un borracho
que a menudo la golpea.
Viéndome ya una muchacha
cuando siente se marea
ha abusado de mi cuerpo.

Preferí dejar la casa,
lo pensé y no soy terca
mas la vergüenza rebasa.
Teniendo en nada experiencia
traté de buscar trabajo,
mas la gente, sin conciencia
me ven desde arriba a abajo.

Extraño días de escuela,
sobre todo a compañeros
¿Qué es lo que contestaré
cuando amistosos pregunten:
“Dinos, chica ¿Qué hay de nuevo?"

Sólo me quedan tres pesos
con que pan he de comprar
si algo que hacer no me dan
no tendré más que robar
ojalá me lleven presa:
un techo sobre mi cabeza
y algo de comer me darán.

(Basado en una historia verdadera relatada por una muchacha quinceañera a una monja de una casa de asilo para niños sin hogar llamada Hogar de Conveniencia (Covenant Home) en Norte América).