La primera cosa que me incomoda es encontrar que no puedo entrar en el alma, el corazón o la mente de otras personas.

Siento como si esta extrema soledad me hace temblar por dentro. Hasta ahora, no he podido decidir si se debe al absoluto aislamiento en que vivimos o si es sólo curiosidad sobre la forma en que viven las otras personas.

Además, me incomoda el hacer frente a este cuerpo que recibí sin pedirlo. Es una molestia, siempre exigiendo cosas que demoran lo que en realidad quiero hacer o respondiendo con dolor cuando lo contradigo.

El dolor, no me gusta el dolor, ningún dolor, me hace sentir muy incómodo, soy un cobarde digno, un verdadero cobarde, hasta el último de mis huesos.

Y al Coco u Hombre de la bolsa lo odio. Él me hizo sufrir mucho cuando era niño. Nunca pude encontrarlo, ni en el armario, ni debajo de mi cama. Todavía suelo buscarlo cuando estoy solo en una habitación de hotel.

También me hace sentir incómodo una hermosa mujer de ojos grandes que me mire directamente a los ojos... y no sonría.

Entre otras muchas cosas me hace sentir incómodo:

Si alguien cuenta una historia divertida, todo el grupo se ríe y yo no entendí la broma.

Cuando un niño pequeño abraza mis piernas en el parque y grita "papá".

Sentir los plazos de entrega de trabajos que se ciernen sobre el horizonte.

Cuando alguien me pregunta qué cosas me ponen incómodo.

Como puede ver, hay muchas cosas que me incomodan, por suerte no siempre las reconozco antes de que se presenten.