LA BASCA, PEÑA O EL PERSONAL COMO CATEGORIA SEMIOLOGICA DEL YO

[…]

La gente común se amontona. Es del montón. La gente en algún aspecto singular es tenida por especial, es decir, ex/cepcionales y por tanto excluida de la necesidad general y normal.

[…]

A las personas comunes sufren casi todo el repertorio de lo malo pero se creen, para mayor dolor, que las otras se hallan a salvo de esta metralla constante y existencial. Pero ¿existen? Se diría que mientras los desterrados se arrastran por la tierra, los bendecidos vuelan por encima del nivel medio de la vida colectiva. Es posible, desde luego, que se encimen sobre la media del nivel de vida pero incluso más arriba navegan, supuestamente, por un espacio de azulada felicidad.

Efectivamente toda esta ecuación es tan falsa como pensar que la vida reparte dolor o placer con alguna puntería. La vida es arbitraria de por sí, acéfala, ciega y especialmente criminal. Es criminal porque no cesa de torturarnos de una u otra forma, arriba y abajo, fuera y adentro. Y es criminal porque no busca sino matarnos. ¿Entretanto la felicidad? ¿Felicidad? ¿Qué felicidad cabe si se es un ser racional? ¿Qué galardón puede colgarse de un hombre engangrenado por el seguro de su mortalidad? Los buenos y los malos, los ganadores y los perdedores, esta mala especie, componen el repertorio de una misma compañía cuyo resultado, al final de la función, es irremediablemente el máximo fracaso.
(Vicente Verdú, El final de la función en El Boomeran(g), 12 de febrero, 20014)


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Y cultivo una especial violencia mental hace la manada porque es mi aniquilación conceptual respecto a mi propia individualidad-y sobre todo porque me reconozco en ella, cruelmente y siempre unido en mi mismo tejido a ella como sino siempre irrevocable, siendo todas sus taras sobre las que concentro mi furia contemplativa, las mías propias;

Y mi diálogo como soliloquio interno de saña y envigorizada malquerencia respecto a ella es-crípticamente-un deseo de destrucción universal ante todo respecto a mi mismo, en el fondo, como deseo de liberación como afirmación como poder, finalmente.

Pero el secreto de la filantropía verdaderamente está en el que va conmigo-como dialogo como soliloquio-que es el hombre común y del montón que soy también yo, irremediablemente.

Y filantropía porque al llegar a querer-a sentir ternura-por esa parte de mí, lo extrapolo hacia fuera, hacia las personas como genero y como categoría, desde luego.

Filantropía asimismo porque soy más que el hombre común en mi individualidad y capacidad de reconcerle, de hecho, como parte nuclear de mí, siendo él, en realidad algo de mi incumbencia como responsable que soy, en muchos sentidos, de él:

Porque él sin mi, dentro de su afán de vida esencialmente placentera empero envigorizada de una cierta-y muy necesaria-frivolidad emocional e existencial, no es nada, al final-aunque solo sea yo para él un punto referencial a respetar, sin que el comprenda muy bien nunca el porqué.

Pero yo sí.

Precisamente por eso.

Y de repente comprendo que yo sin él no soy nada, tampoco, en mi propia naturaleza compartida a la vez que rectora, en el fondo, respecto a él;

Y con eso llega una especie de amanecer:

Que estamos bien jodidos todos-en la mejor acepción posible de la expresión, siendo el tuerto rey, en el país de los ciegos, o algo así.

Y la cosa se aligera, por fin, con una incipiente sonrisa-mental, claro-despuntándose en mi ánimo y espíritu.


EJERCICIO
Rellene con sus propios datos biográficos-poetizados lo mejor que sepa y pueda-la estructura en cuanto a versos del poema Retrato de Antonio Machado, pero incorporándolos entorno a la estrofa aquí central del poema original que se deja, a modo de ejercicio, tal cual en su versión y posición original e integra, de obligada cumplimiento para todos nosotros, sin excepción, desde luego, y a pesar de toda contingencia vital e individual particular:

RETRATO (de Vd)

1. [……………………………………………………………]


2. [……………………………………………………………]


3. […………………………………………… ………………]


4. [……………………………………………………………]


5. [……………………………………………………………]


6. [……………………………………… ……………………]


7. Converso con el hombre que siempre va conmigo;—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;mi soliloquio es plática con este buen amigo;que me enseñó el secreto de la filantropía.


8. [……………………………………………………………]


9. [……………………………………………………………]






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* Película de Pedro Almodovar que referencia el título mío:
http://es.wikipedia.org/wiki/Pepi,_Luci,_Bom_y_otras_chicas_del_montón

Texto original de Vicente Verdú:
http://www.elboomeran.com/blog-post/11/14618/vicente-verdu/el-final-de-la-funcion/


Poema Retrato de A. Machado:
http://www.abelmartin.com/guia/antol/cam.html