Decide iniciar este viaje en busca de mi yo.
Sentía dentro de mí como gritaba mi alma, como se ahogaba mi ser, estaba sometida a una carne que no tenia existencia, fue entonces cuando encontré bitácoras de otras féminas que iniciaron el gran viaje en búsqueda de la diosa.
En la amazona de mis sentidos oigo el canto de los tambores, puedo inhalar la tierra húmeda que sostiene mis pies.
Tierra, música, danza, sentido de mi alma, toda mi sangre se manifiesta, soy una con mis sentidos, sensualidad, pasión en galardonan el misterio de mi principio.
Soy un árbol, mi raíz es profunda, mis ramas tocan el cielo.
Mis raíces son latinoamericanas, mezcla de sangre indígena, africana y árabe.
Tengo un escudo de mil lanzas forjado en el caudal de mi yo.
Una estrella se manifiesta constante en la oscuridad de mi psiquis, ella ilumina la paz de mis montañas.
Yo, cabalgo en mi caballo blanco alejando la sombra, huyo de mi verdad me persiguen mis miedos, mis trancas y mis culpas.
Jamás miro el espejo donde se refleja la verdad.
Esa mujer materializada en el mundo no soy yo, tengo dos caras, sombra y luz.
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