Inicio / Cuenteros Locales / Kodoi_Daniel / Disertaciones de un niño (cap.2)
''Fácil es dejar lo nimio a un lado
destacando lo apto para uno mismo.
Mas difícil es ser ecuánime-n las cosas del querer.
Entretanto voy cayendo en este abismo
que no acaba y a mi entender
no acabará hasta que se ponga fin a este dualismo.''
Y me despierto este nuevo día. Una nueva oportunidad para vivir, el sol salió alegre, ¡Alegrémonos con él ! Es la sensación que da el despertar de un nuevo día. No obstante no son míos estos sentimientos. Ni nada que se le parezcan. Una miscelánea de hiel y desconsuelo pero por suerte apaciguados con una cucharada d-esperanza son los componentes de mi poso de café. Buenos días mundo.
Sosteniendo en mi diestra la taza de café, con la siniestra hojeando las páginas de mi libreta, miro incrédulo las palabras que anoche rescaté de mi pesadilla. Un profundo acantilado, pareciendo que-l averno mismo era, mientras yo de espaldas a el, alguien me empujaba por el pecho. Y una tercera persona de pie mirando dicha escena. Lo peor de todo es que esta pesadilla no es la primera vez que se me muestra. ¿Y que puedo hacer yo? ¿Estar siempre-n vigilia? Lo he intentado varias veces, y lo peor de todo no es el no dormir, sino estar despierto, tener la mente funcionando y que-l juicio se me vaya al mismo planteamiento siempre. No es mala idea para una tortura, quizás en su día lo fuera.
Volviendo al tema de mis versos, la solución que-s a la vez el dulzor que le falta ami acerbo café está en el último verso. Esta es una de esas situaciones en las que va a ser peor el remedio que la enfermedad. Aunque de momento yo prefiero padecer este decaimiento que penar por perder algo tan valioso.
Otra lección que saco gracias a esta buena reflexión matinal. |
Texto agregado el 15-02-2014, y leído por 143
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