Tente a la muerte dos veces,
aquella noche, de aquel verano en el patio de mi casa, sentada en aquella silla vieja y mirando las estrellas.
Y la otra; hace poco acostada en aquel colchón en casa de mi hermano en la habitación de mi sobrina,
el flaco no me llevo...
Lo curioso de estas tentaciones es que en las dos me sentí plenamente feliz.
¿Tendrá que ver una cosa con la otra?
¿te tienes que morir triste?
Texto agregado el 15-02-2014, y leído por 209
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Lectores Opinan
08-03-2014
Mmmm,si es verdad que la muerte la llevamos en el hombro.No me gusta mencionarla.Cuando sea el momento tendré que aceptarla,no hay un tiempo para ello*****
Besos
Victoria 6236013
yo ví a un niño jugando con una calavera en la mano, me apuntaba con el dedo y sonreía... sepulcro y cuna se dan la mano y el epitafio es la sonrisa cristalizada de lo que hemos sido... bendita muerte yo te bendigo. atanasio