Los mejillones largamente olvidados, mojados, desnudos. en un estanque de salsa avinagrada. El bonito con sus labios triturados. El calamar en su tinta que consuelo yo antaño me bañaba en un mar de agua salada.
Texto agregado el 14-02-2014, y leído por 177 visitantes. (2 votos)