Como cuando se pulsa la cuerda
Y se respira el aroma
Estoy yo descubriéndole
Entre la finura
La pureza y su corola
Dibujando con mis ojos
El contorno de su figura
Paseando en su mirada
Grande y zarca
Apenada y virgen
Es la yema de sus hojas
La huella de sus pasos
Que baila al son del viento
Tan llena de vida
En su pequeño mundo
Sobre la verde humedad
Esa que viste la hierva
Del pasto en el que hoy me encuentro
Echado y con la intención de perderme
Entre su corta existencia
Su prolongada belleza.