Mascullar en lo insípido de la noche,
esa noche vulnerable ante tanto deseo,
ante tanto veneno,
veneno que increpa mi estabilidad,
que la pone en el espacio de la versatilidad.
esa que no sé qué es lo que soy,
ser por ser,
estar por estar.
Tu cuerpo igual al mío,
tu sentir idéntico,
tu gemir cual semental bravio,
tu mirada fijada a la mía,
tus manos bruscas tocando lo lejano de cada instante,
tu brusquedad anima mi instinto animal,
porque te debo querer,
no debo caer en tu maraña de tentaciones,
tentaciones que son cálidas,
ardientes y sofocantes.
Sentir erizado tu cuello,
sentirte levitar con cada suspiro en mi oído,
sentir tus caricias como zarpazos,
como andanada de grandes toros sobre mí,
eres salvaje cual animal en celo,
celo de cada noche de cada instante,
de cada momento. |