Era un día tranquilo como cualquier otro, los pájaros volaban, el sol iluminaba, las mariposas revoloteaban, y yo esperaba la llegada de mi nuevo hermano, sin mencionar que también esperaba la navidad. Sin embargo, esta navidad no sería como cualquier otra, pues esta vez me quedaría despierto toda la noche para por fin ver a Santa Claus, tenía que aprovechar el día de hoy, después de todo esta navidad no habíamos puesto árbol y mis padres dijeron que aparecerían en mi zapato.
Y así la noche abordó mi vecindario, mientras yo fingía dormitar en mi cama. Mis padres me dieron las buenas noches y abordaron su lugar de descanso. Por mi parte esperé hasta la media noche que pronto trajo un trineo jalado por renos.
No lo podía creer, era santa que había aterrizado a mi azotea, bajando al balcón y abriendo la ventana por falta de chimenea posteriormente dejando un obsequio en mi zapato, después de eso desperté. El regalo se encontraba en el mismo lugar pero santa no estaba, en su lugar estaban mis padres y mi hermano menor dormido a un lado de mi cama, abrí mi regalo y me dije a mi mismo:
¡Rayos! solo era un sueño, me quedé dormido al intentar ver a santa.
Pero mi emoción no disminuyó, al contrario aumentó poco después al escuchar gritar a mi madre ¡Va a nacer!
Así que fuimos directo al hospital con la emoción de conocer a mi nuevo hermano, después de eso vi en lo alto un pájaro volando, era la cigüeña cargando desde parís a mi nuevo hermano, justamente en ese momento desperté de nuevo. ¡Pero que sueño tan loco! sin embargo, al despertar estaba allí mi hermano recién nacido y en su lugar cargándolo mis padres.
En eso salí de mi casa a dar una vuelta, no había podido creer el sueño tan raro que había tenido, tenía que contárselo a alguien, quise decírselo a mi hermano que había dejado de ser ahora el menor, pero el seguía dormido, y mis padres dijeron que no lo despertara, pues estaba cansado por tanto jugar con el regalo de navidad que acababa de abrir.
No me podía explicar como es que una persona podía soñar tales cosas tan locas. En eso un auto me tiró al suelo, por suerte caí en algo suave, era una nube, me encontraba en el cielo, rodeado de ángeles tocando bellas melodías con su arpa, y más arriba podía ver arcángeles y principados que me llevaron entre sus alas a lo más alto del cielo pasando por potestades virtudes y dominaciones, así como tronos querubines y serafines, y justo antes de ver a Dios desperté, así que prendí la luz, a lo que vi a mi hermano menor dormido en su cuna, y a un lado de él su regalo de navidad abierto, lo que me recordó que no le había contado a mi otro hermano el sueño, él me dijo que mis padres ya se lo habían contado y antes de que le contara el último sueño pidió que lo dejara dormir, mi hermano en la cuna era demasiado chico como para entenderme así que fui con mis padres a contárselo, quienes solo me regañaron diciéndome ¡Hijo déjanos dormir!
En eso escuche ruidos extraños, me asomé por la ventana y pude ver una gran cantidad de rateros robándole a mis vecinos, a los vecinos de mis vecinos, y seguramente a todos quienes estaban dormidos. Quise llamar a la policía, pero esta nunca llegó, así que me consolé con saber que a mi no me robarían, pues estaba despierto. |