Tus serenos ojos de bailarina encantada me miran a veces de reojo me escrutan en cada movimiento de mis manos y en cada sonrisa me sonrojo. Tus serenos ojos de madre emocionada me muestran quien eres cada día me muestran tus anhelos del futuro para tu retoño, tu Amandita. Tus serenos ojos de discípula añorada me revelan sin prisa tus lecciones retardan cada clase enseñada me sostienen las emociones. Tus serenos ojos de Princesa prisionera me indican el camino de tu celda me gritan los fríos candados apilados me trenzan tus cabellos mis piernas. Tus serenos ojos de mujer erguida me enseñan un millón de cosas me baten las alas heridas y las convierten en miles de copas.
Texto agregado el 14-02-2014, y leído por 143 visitantes. (1 voto)