AMOR LIBRE
¡Dame tus manos! Soporte de mis horas aciagas.
Cura las heridas que me hicieras,
aquella tarde mohína, cuando impetuosa como fieras,
a ¡Zarpazos! Arañaste a ciega,
mi cara, el sentimiento, el amor que me dieras,
la pasión loca conque siempre te quise,
olvidando las horas felices,
que pasamos aquella ¡Bella! Noche, hasta llegar la mañana,
contemplando la fronda, embebidos en la luna, sin sañas,
disfrutando del amor, acariciando nuestros cuerpos,
retozando alegres, rodeados de dichas, felicidad ¡Sin cercos!
JOSE NICANOR DE LA ROSA
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