Bukowski es inspirador. “El viejo indecente” como lo llaman muchos, podrá haber vivido al borde del precipicio, pero quizá por lo mismo su obra rebosa vitalidad, presencia y la desfachatez necesaria, para hacer de sus poemas, cuentos y novelas, pequeñas obras maestras. Debo decir que me gusta mucho “La senda del perdedor” y “Pulp”. Buk, goza de la fama de haber escrito como vivió. En lo particular, creo que sus poemas son los que más se acercan a esa percepción. En ellos, puede palparse una ácida crítica, feroz, tenaz, al “american way of life”.
Adentrarse en los textos de Bukowski, es una experiencia esclarecedora y que motiva a escribir, imitándolo. Sus versos (como dardos envenenados) van fluyendo como precisas imágenes cotidianas, llenas de mujeres, erotismo, críticas punzantes, vistas desde la óptica del desarrapado, el marginado, el más jodido. Intentaría aquí algún poema propio, pero la cabeza se me va de sueño. Aun así, copio aquí uno de los poemas que más me gustan de Buk.
Eres una bestia, ella dijo,
tu gran panza blanca
y esos pies peludos.
Jamás te cortas las uñas
y tienes manos gordas
garras como de gato
tu brillante nariz roja
y las pelotas más grandes
que he visto.
Disparas esperma como
una ballena que arroja agua
por su espalda.
Bestia, bestia, bestia
me besó.
¿Qué quieres, para desayunar?
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