Sentada en el verde del pasto, rodeada de desconocidos. Sólo una persona frente a mí.
Las miradas se entrelazan, y sólo logró ver brillo.
Intentando acercarme a la realidad, cada vez me alejo más y la fantasía me acecha.
Escucho sus llamados y evito oírlos, esperando que de una vez por todas se alejen para siempre.
Texto agregado el 11-02-2014, y leído por 77
visitantes. (0 votos)