Caminaba por entre las sepulturas unas hechas con planchas de cemento, otros con nichos muy bien elaborados, cada una tenía la fecha de nacimiento del difunto y la fecha de su muerte, se sentó en una tumba la cual estaba pintada de color blanco, la cruz estaba orientada de norte a sur, dos ángeles la adornaban uno al lado izquierdo y otro al lado derecho, no tenía ninguna fecha en la tumba, se sentó junto a esta y una persona con traje oscuro y sombrero se le acerco con una voz suave le dijo:
-¿A quién buscas?-
-Solo caminaba por el cementerio-le dijo-
-Que habito más raro, caminar por el cementerio-dijo la persona de traje oscuro.
-Solo pasaba por acá-le contesto.
-Pasar por acá, este lugar no es de paso, es para siempre-le dijo.
-Tiene razón, pero he notado que esta tumba no tiene ninguna fecha ni de nacimiento ni tampoco cuando falleció-le dijo.
La persona de traje oscuro miro la cruz y la tumba, notó lo mismo que la otra persona, se acercó lo más que pudo y dijo en voz alta:
-Tienes razón, no tiene ninguna fecha, ha de ser un nicho nuevo, solo esperando al fallecido-le dijo.
-Esperando al fallecido-le dijo-pero ¿Cuándo llegara?-
-Qué raro son los humanos, algunos se adelantan o son más precavidos y se apresuran a comprar el lugar de su última morada-le dijo la persona de traje oscuro.
-Humanos, ¿Qué tú no eres un humano?-le increpo.
-Eso es lo de menos-le dijo-acompáñame a dar un paso por el cementerio-
Ambos dejaron la tumba y caminaron por el cementerio, observaron varias tumbas, el clima estaba muy fresco ya que varios árboles altos y frondosos reflejaban una sombra tenue y fresca, se detuvieron en una tumba, el nicho estaba elaborado en concreto, formando lo que parecía una iglesia solo que un poco más pequeña, un pináculo que tenía en su techo parecía que se elevaba al cielo, la persona de traje oscuro abrió la puerta del nicho y le dijo a la otra:
-Vamos entremos-
-No será imprudente-le contesto-ni conocemos a los familiares.
-No te preocupes, yo los conozco-le contesto.
Entraron al nicho y dentro de este había varias placas de metal elaboradas en bronce indicaban los nombres de varios fallecidos, cada uno con su fecha de nacimiento y el día en que fallecieron, la persona de traje oscuro camino por el nicho y se detuvo en una placa, al verla muy detenidamente dijo en voz alta:
-Vaya, sí que llevo mucho tiempo acá-
La otra persona no se percató de lo que había dicho y le pregunto:
-Perdón, ¿Qué dijo?-
-No importa, salgamos y sigamos caminando por el cementerio-le dijo.
Siguieron caminado cuando de presto observaron a unas personas las cuales llevaban unas palas y piochas, la persona de traje oscuro se detuvo de repente y le dijo a la otra:
-Al parecer harán un hoyo para algún fallecido, sigámoslos-
Esperaron un momento y se fueron detrás de las personas, eran tres, por la indumentaria que llevaban parecían que eran unos peones contratados para realizar el trabajo, se detuvieron en una tumba la cual tenía un nombre junto con la fecha de nacimiento y el día que falleció, esperaron un momento cuando un señor se acercó donde ellos y les dijo:
-Esta es, empiecen a trabajar-
El último señor que se había acercado portaba un uniforme muy llamativo, en el bolsillo izquierdo de la camisa y en la manga derecha había un emblema junto con unas palabras que indicaban que trabaja para la alcaldía del municipio donde estaba el cementerio, los peones trabajaban afanosamente, al cabo de un largo tiempo uno de los peones dijo:
-Hemos llegado-
El señor del uniforme de la alcaldía dijo muy fuertemente:
-Sáquenlo de ahí y llévenlo a la fosa común-
Los peones sacaron de la tumba unos huesos y unos trapos, al parecen el cuerpo ya tenía varios años de estar sepultado, al ver esto la persona que acompañaba al de traje oscuro dijo muy asombrado:
-¡No puede ser! Están profanando la sepultura-
-No lo creo-dijo la persona de traje oscuro.
-Pero si están sacando los huesos del fallecido-le contesto.
Los peones habían sacado de la tumba unos huesos, los colocaron en una bolsa plástica y se los llevaron para depositarlos en una fosa común del cementerio.
Ambos se quedaron muy pensativos por lo que había sucedido, la persona de traje oscuro le dijo:
-Ya cuando uno está en el cementerio a los parientes se les olvida el difunto-
-No te entiendo cuando dices que estas, a que te refieres-le dijo.
-No importa, solo diles a tus parientes que paguen los impuestos en la alcaldía y que lo hagan a perpetuidad así no te pasara lo de nuestro amigo que lo sacaron de su tumba y fue puesto en una fosa común-le dijo la persona de traje oscuro.
-Pero si yo no estoy muerto-le recalco.
-A deberás no te has dado cuenta, ¿verdad?-le dijo la persona de traje oscuro.
-¡Darme cuenta!, pero ¿de qué?-le insistió.
La persona de traje oscuro puso su mano en el hombro derecho de la otra y le dijo:
-Vamos te lo mostrare-
-Mostrarme, ¿pero qué?-le volvió a insistir.
Ambos llegaron a la tumba donde antes había estado sentada la otra persona y donde ahí había visto la cruz que no tenía nombre ni la fecha de nacimiento y fallecimiento, se pararon frete a esta y la persona de traje oscuro le dijo:
-Te dejo en tu última morada-
Notó como la persona de traje oscuro se alejada caminando, a lo lejos observo que ésta entraba al nicho que parecía iglesia, cuando estaba cerrando la puerta le hizo una señal de despedida, miro de nuevo la tumba y ahora esta tenía en la cruz el nombre de él, la fecha de su nacimiento y la fecha en que había fallecido, miro más detenidamente y dijo:
-¡No puede ser! Estoy muerto-
Camino alrededor de la tumba y cuando estaba detrás de la misma, suspiro muy aliviado, atrás de la cruz había una inscripción en pintura negra y con unas letras de carta que decían: “puesto a perpetuidad”.