I Paranoia
Inmóvil, con los zapatos de trabajo atascados en la vía, presiento a un hijo de puta a punto de morderme las sienes, apresurando el segundero, sonándose la nariz con el pañuelo bordado que dejó hace mucho de pertencerme. Si me zafo y voy saltando por ahí, desnuda, no tardará en darme el golpe de gracia con todos mis adentros por los aires, decorando lo desabrido del ambiente. Si me convence de haber vivido lo justo, me llevará quien me trajo... no, quizás sea otro el que venga por mí. Calculo las posibilidades de escape, de escapar y salir divina; presa, soy un riesgo. Mido el paso de la máquina ligera por mis piernas, con una intervención urgente salvaría la mitad de mi ser. ¿Urgente dije? si es que nadie extiende su mano al hambriento, sirven el banquete benéfico sobre él; es inútil depender de la buena voluntad. Eso de recoger lo que has cosechado es una falacia, yo siempre me detuve, y ahora que la vida amenaza con dejarme esparcida, delirante, no aparece quien formule un auxilio. Mudos todos, ciegos todos, sordos todos.
II Esquizofrenia Paranoide
La cartera en la puerta, las maletas pesándome en el bolsillo. Tomaré entonces las bocas, los ojos, los oídos ajenos y soplaré trueno apocalíptico sin corneta, carente de polvo de ángel para alimentar la garganta. Quede al descubierto mi debilidad de humana aspirante y temerosa. Queden divinidades blancas, negras, multicolores esquiando en mis tímpanos... -es-toy-enff-errma-de-airetox-ico. ¿Quién apagó la luz de mis entrañas? ¿quién?! quiero un cubo para hacer mi nicho, quiero... que todos se larguen de mí, quiero largarme de todos. Me trago yo misma. Primero los pies crudos, mordidos, después el útero esteril, canceroso, luego toda, toda hasta que sólo cuelgue la llave de mi pezón. Oh Dios claro/opaco, ¿por qué éste ensañamiento conmigo si he sido la hija más fiel? Sácalos, sácalos de mi cabeza, del armario, sácalos que estallan. ¡Meespian-desnu-da-des-nudamente-pequeeeee-ña! Son cómplices todos del desgarre de mi vientre, son-son. Dios es mi amigo, el enemigo de Dios es mi amigo, ¿me escuchan?!! El más allá puede ser inmerecido, es cuestión de expectativas para el que elige: Tú si, tú no; muy puta para invernar arriba, no tan puta para calentarse abajo. -¿Y el limbo?- Los muertos sobreviven sin necesidad de tanta malicia.
III Psicosis Confusional
Tengo los sesos torcidos, la entrepierna seca de gusto, seca, no, mojada de dolor, mojada. Me desvestiré el intento y los lazos de la cola de caballo. Me vestiré de nuevo, no sé, no sé... esta falda de colegiala queda muy corta, no puedo ignorar la seducción de los años que salen por la risa de la puerta. Por que salen, salen por allí, salen y sólo yo los veo, los veo con sus caras talladas en la madera, con sus caras vivas, vivas y siento la mirada de los muertos en mi espalda, murmurando, tramando, traman mi ruina. ¡Envidia! Maldita envidia que les carcome porque Dios a veces juega conmigo y damos vueltas espaciales en su escoba. ¿Los caramelos?, los caramelos me los fabrica el enemigo. ¡Es que nadie ve, nadie, que no estamos solos! El reloj es adultero, el calendario es su compinche y nos traicionan a todos, a todos. El tiempo es un invento, todos somos un invento del tiempo... Ayer, juro que ayer..., ayer había una estación de tren aquí. Vacía, sólo conmigo y con el hijo de puta que me muerde la sien... ayer... ¿Seré yo quien no ve lo sola que está? ¿Seré..., más ahora que pellizcan las prisas y que he descubierto que jamás tuve los zapatos atascados en la vías de la ciudad? |