No tengas miedo (Cap. Diez)

Leonardo caminó hasta su auto la llamada de Elizabeth le tenía muy nervioso, pasó a buscar a su novia y a Claudio, el novio de su hermana, apretó un poco más el acelerador deseaba llegar lo antes posible a la casa de la playa a la que habían llevado a la mamá.

Si su hermana tenía razón esto que estaba pasando se escapaba de lo normal y era por decirlo de una forma suave. Lorena su novia, después de hablar con unos amigos había sugerido llevarla a la casa de veraneo de sus padres donde se reunirían con ellos, quizás podían ayudar, sugirieron que esto tenía mucho que ver con fuerzas oscuras para las que no estaban preparados ni protegidos.

Por lo tanto mientras viajaban su celular no paró de hacer llamados y de recibir mensajes, después de explicar varias veces los acontecimientos, los amigos de Lorena decidieron que se reunieran con Amanda, lo que fuera que sucedía, solo estando ella presente les permitiría enfrentarlo.
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Amanda estaba tendida en el sofá mirando por el ventanal el hermoso paisaje invernal, la playa se veía gris y mucho más húmeda de lo habitual. El cielo estaba cubierto por nubarrones gruesos cargados de lluvia, las olas tenían ese vaivén cercano a la violencia provocada por el viento arrojándolas contra las rocas, pero ella no estaba allí no veía en realidad lo que pasaba afuera, su mente viajaba hace ratos por una ruta que desconocía y no entendía, los gritos de dolor de Joaquín la guiaban, sentía un sufrimiento que la desgarraba pero no tenía fuerzas para oponerse, el miedo le paralizaba la mente, solo los gritos le mantenían alerta, los gritos de horror y Joaquín con su mirada casi perdida por el terror, esperándola con los brazos abiertos, llameando, gimiendo para que se apurara, quiso correr hacia ese abrazo pero algo la detuvo y le hizo dudar.

Sintió un suave calor en sus manos, algo tibio y diferente y la voz de sus hijos
- Mamy despierta
Abrió los ojos cansados y sus niños estaban allí rodeándola, acariciándole el pelo y las manos, Lorena con una taza de chocolate en las manos para ella, la animaron a sentarse y de pronto se dio cuenta que había mas gente en la casa, ¿qué hacía la nana de los Aliste allí?, se sentía atontada aceptó el chocolate y lo bebió con ansias, no recordaba cuando había sido la ultima vez que había comido, el líquido le calentó las manos y la cara. Miró a Lorena con cara de pregunta
- Suegry, Le puse 2 gotas de anís, es que usted estaba muy heladita – le dijo con tono cariñoso

Elizabeth la arropó con un chal, mientras que Leonardo se acomodó a su lado tomándola de una mano

- Mamá, estamos preocupados, lo que estás viviendo se escapa a lo normal

- Hijo estoy algo atontada, solo es eso

- ¿Mamy recuerdas lo que pasó cuando escapamos de la casa?

- Tesoro solo fue un temblor fuerte

- Mamy solo temblaba en nuestra casa

- Sabes creo que es mas que eso – dijo Leonardo – por eso Teresita esta aquí

Amanda miró desconcertada a la que había sido empleada en casa de Joaquín, Teresita tomándole la mano le dijo

- ¿Recuerda a la señora Mónica?

- Algo, la vi un par de veces en la oficina, ella era una persona algo retraída no hablaba mucho con el personal de la empresa - dijo en un tono cansado

- Tiene razón ella no hablaba mucho en general, siempre se sometió a la voluntad avasalladora de don José, nunca hizo nada en vida por si misma, ni siquiera defender a sus hijos del padre ni prepararlos para la vida, no supo hacerlo, fue una persona triste e insegura, solo conmigo se comunicaba y si en alguien confió fue en mi

- No entiendo que tiene esto que ver conmigo - dijo Amanda con un hilo de voz, extenuada por tener que poner atención, mientras su mente aguijoneaba por seguir un viaje en otra dirección

- Déjeme explicarle, la señora Mónica vino a visitarme anoche y me explicó lo que le está pasando y como podemos ayudarla a usted y a Joaquín, solo su amor por el puede salvarlos, pero usted tiene el poder mas grande para salvarlos a ambos, la energía del amor que la rodea.

(Amanda cerró los ojos no entendía nada, solo quería descansar sintió su cuerpo pesado como una roca, el estomago y la garganta le ardían, sus oídos escuchaban solo los gritos de Joaquín, el terror era mas poderoso que cualquier otra cosa que le hubiera podido importar en la vida, comenzó a viajar ya sin el peso de su cuerpo pero no lograba sentir el alivio que hubiera deseado)

Teresita se dio cuenta que perdían el tiempo hablando tomo de las manos a Amanda y se quedó junto a ella transmitiéndole vida, si las cosas sucedían como había dicho la señora Mónica, pronto llegaría ayuda.