Comisaria principal de Alburquerque: 12/10/2013
-Fíjate en estos dos billetes, Sam
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-¿Buscando las siete diferencias, Gene?
-¿Siete? No encontrarás ninguna. Son idénticos, una falsificación perfecta. ¡Tan perfecta que ambos billetes son igual de viejos! ¿Qué sentido tiene eso?
-Tal vez los hacen así para que pasen desapercibidos. ¿Dónde los has encontrado?
-En una billetera que han entregado en objetos perdidos. Hoy debe ser el inicio del Apocalipsis porque dejaron los 200 dólares.
-¿Y qué vas a hacer Sam? Ve con cuidado, no queremos otro caso Salamanca…
Diario del detective Gene Hunt: 12/10/2013
Aquí pasa algo muy raro, lo sé. Nadie puede falsificar billetes viejos. Tengo la dirección del tipo, un tal Tom Sorvolo. Mañana le haré una visita con discreción. No me sucederá lo mismo que la otra vez.
453 de Isleta Boulevard: 13/10/2013
Una casa de dos pisos en las afueras de Alburquerque, extrañamente solitaria. El detective Gene Hunt espera escondido hasta que su propietario se marcha. Fuerza la entrada sin dejar rastro. Tras una breve inspección no observa nada relevante, instala las cámaras de vigilancia y se marcha.
Diario: 16/10/2013
Después de 3 días de seguimiento del sospechoso no hay actividades delictivas evidentes. La única conducta extraña es una visita al sótano que realiza todas las noches. Debo bajar allí a ver qué hay.
Diario: 17/10/2013
He estado en el sótano aunque más bien parece un desván. Está lleno de objetos antiguos y polvo. Un espejo gigante preside la estancia, con un marco dorado lleno de extrañas inscripciones. No hay planchas ni tinta. He instalado otra cámara. Seguro que las falsificaciones se hacen ahí.
Diario: 18/10/2013
¡Esto es increíble! Si no fuera porque lo tengo grabado pensaría que me he vuelto loco. El sospechoso ha bajado esta noche al sótano, se ha desnudado y se ha colocado frente al espejo con un billete de 100 dólares en la mano. Con una especie de conjuro ha materializado otro billete idéntico que ha quedado suspendido en el aire. Debo seguir observando…
Comisaría: 20/10/2013
-¡Detective Hunt! Todavía no tengo el informe del robo en los almacenes Madrigal.
-Sí, inspector. Esta misma tarde se lo entrego.
-Gene… Tiene mal aspecto. ¿Sigue con el insomnio? Deje ya lo de Salamanca. La culpa la tienen esos malditos abogados que están siempre jodiendo con las pruebas. Para la próxima vez ya lo sabe, presente un caso irrefutable.
-Sí, Inspector. Gracias por su apoyo.
Diario: 22/10/2013
Lo he pensado mucho. Nadie me creería si lo denuncio. Estoy seguro que el espejo solo copia objetos inertes, por eso Sorvolo se desnuda. Si no, ¿qué iba a hacer con tanta ropa? Jajaja… Tengo que hablar con Tuco, me debe una.
Diario: 25/10/2013
Ya tengo lo que necesitaba, por si acaso. Mañana iré a la casa de Sorvolo
Casa de Tom Sorvolo: 26/10/2013
El detective Hunt está frente al espejo. Parece tan inocente… Saca el bate de béisbol de su chaqueta y lo golpea con todas sus fuerzas pero no le causa ni un rasguño. Sigue golpeándolo hasta que le duelen los brazos. Completamente agotado contempla su reflejo perfecto, un reflejo en el que no está solo. Se gira rápidamente.
-¡BANG! ¡BANG!
El detective cae de rodillas. Las tripas le queman como el infierno.
-Vaya, vaya, vaya. ¿A quién tenemos aquí? Debe estar muy loco para pensar que no iba a oír tanto ruido.
-No… no me importaba… El espejo… solo quería… destruirlo.
-¿Destruirlo? ¡JÁ! Eso es imposible. Otros muchos lo han intentado antes que usted y fracasaron. No lo consume el fuego, el diamante no lo raya. Infernal, ¿verdad?
Hunt se queda sin fuerzas. Con su último suspiro rebusca en el bolsillo, saca el objeto que llevaba guardado y lo muestra ante el espejo.
-¡REFLEKTOR!
-¡¡¡Nooooooooooooooooo…!!!
Comisaría: 31/10/2013
-Entonces ¿éste es el informe final, detective Tyler?
-Sí, inspector. Obviamente he tenido que suponer algunas cosas, pero dados los hechos que disponemos, las grabaciones y el diario de Gene, creo que eso es lo que sucedió.
-Sam, usted era su mejor amigo. ¿No le contó que estaba haciendo?
-Ni una palabra, señor. Creo que ya no confiaba en nadie. Me habló del billete pero no le di mayor importancia. Gene sí. Obsesionado con el tema, se pasaba las noches revisando las grabaciones de Sorvolo. Fue a ver a Tuco, un cristalero de la ciudad. En el interrogatorio me contó que le encargó un espejo, el más pulido que pudiera fabricar. Sin marco, sólo el cristal. Eso fue lo que usó. Lo puso delante de ese maldito espejo multiplicador.
-¿Y qué demonios pasó después?
-El espejo replicó lo que veía, es decir, a sí mismo. Entonces los dos espejos quedaron enfrentados y una energía desconocida volatilizó la casa entera. No quedó ni rastro.
-Vaya… Me pregunto qué reflejará un espejo frente a otro.
-Quién sabe, inspector, quién sabe…
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