Y pregonamos realismo
Sin saber que no somos ni lo sano ni lo oscuro

¿Y que sabes tu?
De amarrarse a los ojos con venda blanca
Para caminar en línea recta hacia el mar y sus armas

¿No crees en ser sensata?
En caminar menos alrededor de tu espanto
¡¡Silencio!!...
Agudeza de oídos con la certeza macabra de quien quiere seguir siendo escuchado.

En fin
No marques mas tus dedos sobre la mesa,
jala de la botella y conquista labio a labio
Lo que falta, lo que llega y se esparce poco a poco sobre tu cabeza
No levantare mis oídos a nadie
¿Y que crees tu?
Sembradora de trozos que lloran y se justifican por ser menos que ella

Nada cae, nada se sostiene
Y las gracias se mofan
Junto con las disculpas de turno

No seré, en precaución tuyo
Ni menos caminare vendado
(... los dedos ya fueron arrancados)
Sin un grito, sin oídos forzados
Y seguiré pregonando
Al realismo que nos hace continuos
Sin saber que no somos ni lo sano ni lo oscuro...

(abajo siguen pasando)