Un día sombrío galopaba en huida el corazón perdido sangrando... cien latigazos recibidos sin entender el pecado cometido. Un pura sangre entrenado con rabia admirado... doblegando su alma sofocando su espíritu. Galopa sin destino sobre piedras de fuego sediento... con los músculos hechos tiras soñando una esperanza perdida. CGFP
Texto agregado el 04-02-2014, y leído por 153 visitantes. (3 votos)