No tengas miedo (Dos)

Joaquín cerró con violencia la puerta de salida al estacionamiento, hubiera querido que al traspasarla desapareciera el piso y caer infinitamente. Olvido eso necesitaba, borrar todo, dejar atrás.
Caminó lento hasta su auto sin saber a donde ir, revolviendo las llaves en su bolsillo, las llaves y el revolver que no se atrevió a usar. Había estado a punto de disparar, desesperado había tratado de matarlo pero no pudo, no entendía como ese hombre lo había llevado al límite, le había quitado todo, su dinero, su vida, su integridad y hasta su orgullo.

Aún sentía su risa de burla, sus insultos, sintió como se le mojaba la cara con unas lágrimas gruesas, se las manoteó con rudeza, se afirmó en la maleta del auto sacudido por un llanto ronco, era tan fuerte su rabia y su angustia, su frustración ante su cobardía, ¿por que no pudo? Limpia y simplemente. Ya no había como volver y deshacer, solo le quedaba pagar.

Pensó por un instante en Amanda, quizás si le hubiera hablado de lo que le pasaba. Ella tenía esa virtud de ver con clara objetividad sus asuntos, siempre lograba poner orden en sus pensamientos, era una de las cosas que le fascinaban de ella, su mente despierta, su habilidad para entender y escuchar era la única en quien podía confiar ahora, con desesperación sabiendo que ya no quedaba tiempo, marcó su número en el celular, pero un manchón rojo cubrió su teléfono el que resbaló de sus manos.

No había escuchado los pasos furtivos tras de él, ni la violencia del impacto de la bala en su cabeza, tampoco la pistola que fue puesta en su mano, y la otra que fue retirada de su bolsillo. Comenzó a caer en un abismo inmenso y oscuro tal y como lo había deseado un rato atrás, ¿entonces por que sentía tanto miedo? Le embargó una triste soledad, su alma le fue arrancada con violencia, se lo merecía el lo sabía así es que solo se dejó llevar.