El afán diario ya no es tal, parece que se llevó de la biblia cuando dice: Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. (Fil. 4:6).
Aunque soy creyente fiel en la palabra de Dios, creo necesario que EL AFAN DIARIO no silencie su voz, de lo contrario debería álzala con más autoridad en estos momentos y demandar algunas cosas que son necesarias en el país y en el gobierno dominicano. Debe ser y tiene que ser una voz de reclamo como lo fue ayer y de justicia para los desposeídos.
EL AFAN DIARIO debe demandar soluciones a problemas verdaderos y denunciar a los enemigos del gobierno que están apostando a un fracaso de esta gestión, sin importarle el país.
Dios quiera que mi voz (débil y apagada) sea algún día escuchada y que no se cometa el error de siempre. Empezamos bien y terminamos como los demás. Dios, Patria, Libertad, República Dominicana.