La chica de mis sueños
No estando seguro de que mi experiencia esté muy cercana a la de muchos, y que por lo contrario, lo que leo, escucho y veo en documentales hasta donde recuerdo, indican o confirman justamente lo difícil o incluso lo no sólo improbable sino imposible de conseguirse, me dispongo a compartir una vivencia que considero cuanto menos peculiar.
Una de las motivaciones de enterar a más gente sobre este suceso, surge por el miedo a olvidar el mismo, ya que se trata de uno de esos acontecimientos que se tienen tan a menudo y que nos consiguen perturbar, emocionar, alegrar, animar, impresionar y hasta excitar. Quiero exteriorizar de manera escrita aquello que provoca estas emociones ya mencionadas y a la vez se pierde en el olvido casi por accidente, sin querer, en algunos casos siendo extrañado pero brevemente como su duración misma en nuestra entonces frágil memoria.
A lo largo de mi vida, los sueños han sido unos de los sucesos que más han llamado mi atención, no tanto como para obsesionarme, pero sí para tenerlos muy en cuenta y con especial aprecio y gozo. Esto se contrasta con mi negativa a dormir, no me gusta, me parece una molestia y desearía no tener que hacerlo nunca porque prefiero jugar en la computadora, ver televisión, leer el libro que no termino nunca que me lo propongo o incluso dibujar el siguiente capítulo del manga que alguna vez quise convertir en saga. No me gusta dormir pero cuando lo hago, por lo general son varias horas provocadas por mi necia determinación a forzar mi cuerpo a mantenerse despierto. Lo que ha provocado una serie o unas temporadas de malos tiempos de sueño, si se juzgan teniendo en cuenta las recomendaciones que se dan por generaciones, como por los artículos científicos y programas de televisión. Se tratan de temporadas en las que mi hora de dormir es completamente la contraria a la que muy seguramente usted tiene. Yo duermo cuando usted despierta o desayuna. Yo estoy encantado de la tranquilidad y seguridad que me trae la noche y que le aseguro que soy más productivo y creativo, la noche más profunda, esa en la que usted sueña y descansa. En caso de que no sea usted a quien señalo con mi afirmación, enhorabuena, usted es uno de los míos.
Para mí los sueños han sido un lugar que domino y por lo general consigo cualquier cosa que desee, satisfacer casi cualquier necesidad y abrazar a quien muy probablemente nunca vea a los ojos. Desde temprana edad comprendí lo fácil que me resultaba hacer mi voluntad en los sueños y puedo enorgullecerme de tener o sentir la fortuna de no presenciar conscientemente muchas pesadillas.
En la que considero mi provechosa habilidad para manejar mis sueños, he conseguido estar en un sueño, despertar y en ese lapso ver cómo mi visión de ese sueño, mi visión en el sueño, es interferida por la visión que me viene al ir abriendo los ojos, y conseguir luego de poco, breve o moderado tiempo, conciliar el sueño y encontrar de nuevo el proceso ya descrito pero a la inversa. Como si viera como la realidad se va consumiendo por la visión del sueño conforme mis ojos se van cerrando consigo retomar el sueño que tenía y que me hizo desear volver a estar en él ya que aún debía cumplir algunos objetivos que aquel atrapante sueño contenía. Por supuesto esto no llega a ser efectivo siempre, pero se ha conseguido la suficiente cantidad de ocasiones como para sentir que es posible que se repita.
También dentro de mis sueños recordados he sabido reconocer rápidamente que puedo hacer mi voluntad y que no debo temer al azar o sensación de aleatoriedad de los sucesos a continuación.
Mi destacado sueño inicia en una fecha que no puedo precisar pero que haciendo un ejercicio de honestidad y de precavida estimación, puede ser hace 2 o 3 años ya que por lo que recuerdo o relaciono como referencia, es que me encontraba en el colegio aún. Sucede que yo visitaba un sector, un barrio el cual nunca supe precisar dónde podría encontrarse. Yo iba acompañado de mi madre y le comentaba lo mejor que serían nuestras vidas si consiguiéramos hacernos con un lugar en tan bonito lugar. Era agradable, en algunos sectores se sentía idóneo incluso, era tranquilo, población media y por lo que una primera vista podía informar, era gente agradable, educada y de posición económica bien acomodada. Feliz.
En tanto paseaba por aquél barrio, conseguí llegar a el sector más destacable, eran una serie de viviendas con algo de más espacio, un jardín de tamaño moderado y sobre todo una mejor ubicación. Pero lo que más sorprendente de aquel lugar era sin lugar a dudas una estructura que sobresalía de todo lo demás, quedaba al inicio de una no muy pronunciada colina y su altura era algo que nunca había visto para algo de sus características. Era entonces un colegio que tenía todo lo que se podría necesitar, salones amplios, canchas para diferentes juegos y para rematar, tenía un helipuerto en su sitio más alto. Era monumental y sin duda daba todas las señales de ser demasiado, incluso para tan bonito lugar, demasiado para cualquiera.
Y yo era sin duda el más asombrado con aquella estructura en relación a mi madre que poco o nada le importaba. Había apenas poca gente por la estructura, parece que había terminado la jornada. Entonces veo a una jovencita que sin duda era menor que yo y se roba mi atención por un breve momento, breve a pesar de su parcialmente rubio cabello, rostro de delicados rasgos que contrastaban pero aún combinaban con su barbilla que podría describirse como un poco larga y sus ojos verdes pero sin destacar demasiado por su particularidad. No era tampoco la persona más linda que haya visto porque sus rasgos tampoco eran muy únicos. Entonces me dirijo a explorar a aquella estructura, era incluso más maravillosa dentro y no me asustaba que no hubiera casi nadie, a mí dejaron de asustarme los cuentos de fantasmas y este sigue siendo el momento en el que espero que algún fenómeno de estas características me elija como su próximo testigo y devoto creyente. Tras explorar algunos pasadizos y rincones del lugar me voy encontrando cada vez más a oscuras y sin nadie que me guíe o impida seguir con mi exploración, llego hasta el helipuerto y diviso la vista que entonces tengo, curiosamente no es espectacular ni es más hermosa que la edificación en la que me encuentro. Bajo tranquilamente cada piso por las escaleras sin sentirme agotado en ningún momento para luego encontrarme con mi familia completa, mamá, papá y hermanos, quienes me expresan su asombro por lo que el lugar contiene pero para mí desaliento quieren irse ya. Mientras tanto vuelvo a ver a aquella jovencita por última vez.
No parece un sueño demasiado importante o destacable por su contenido, parece una respuesta a mi inconformidad con el lugar donde vivo, porque me fastidia vivir en un barrio con vecinos molestos, gritones y con perros que sólo acariciarán una vez a la semana y mucho menos se enteran o les importa dónde hagan sus necesidades, un barrio donde sin excepción somos los mejor acomodados. Que en mi casa todos mis hermanos vamos a la universidad, un detalle no menor que es sin duda un punto diferenciador, lo que da una mezcla de superioridad y grima por estar condenado a vivir rodeado de gente que sólo me producen molestia e incomodidad por el sentido romántico de mi madre que le impide dejar esta casa por lo que le costó ponerla bonita, por todo lo que le ha cambiado. Por su sin duda loable historia ha conseguido ganar el suficiente dinero para vivir en un sector más bonito es que me indigna tener que vivir aún donde vivo. Es la explicación que le doy a un sueño apenas peculiar.
Meses después, tal vez 3, tal vez 4 o 5. Recuerdo soñar lo que parecería se asemejaría a una pesadilla por su inicio.
Me encontraba con uno de mis hermanos por una carretera que tenía una bonita cascada a la vista, éramos testigos de algún tipo de ente que luego de percatarse de que le veíamos, inicia una persecución que nos lleva a adentrarnos a unos callejones que se convierten luego en calles con unas viviendas de una arquitectura más bien nórdica y tradicional, que luego de empezar a adentrarnos en esas calles que parecían laberintos aquél ser resulta siendo para mi consciencia, una persona que sólo nos seguía sin ser demasiado rápido y que me llevó a luego de unas cuantas calles, a encontrarme en el escenario del primer sueño, a encontrar de nuevo a la estructura maravillosa que esta vez llegaba a ella por la parte trasera, por un lote más bien amplio que sugería que se seguiría expandiendo o se crearían más elementos que expandirían su provecho. Aquello que nos perseguía ya no lo hace más y entonces le muestro el lugar a mi hermano para encontrarme de esta vez con que no hay nadie en su interior pero de nuevo, anochece. Bajamos de allí y encontramos un barrio más elaborado y formado como las anteriores calles sugerían. Despierto.
En cuanto a este sueño no tengo mucho qué teorizar, parece algo más bien aleatorio que inicia con el miedo de ser agredido por un extraño, causado tal vez por el miedo a las calles. Encontrar de nuevo aquel lugar, recordarlo después de tanto tiempo es apenas curioso.
Recientemente. Como he dicho antes, después de 3 o 4 años, iniciando el presente año, me encuentro de nuevo con aquel sueño, con aquel lugar, con una persona que confirmaba mi presencia y familiaridad con aquel entorno.
Esta vez me encontraba en compañía de mi madre y mi padre, con quienes recorría un bonito barrio, un agradable lugar en el que se podía ver cuán mejor serían nuestras vidas. De pronto de nuevo veo aquella estructura pero esta vez mi consciencia me dice que se trata de ahora una universidad, una universidad que se construye, el lugar está un poco más pequeño, le faltan pisos por terminar y muros por acabar. Me sorprende recordarlo de antes. Como en los anteriores pero esta vez con más determinación, soy consciente de que me encuentro en el tercer encuentro con aquella estructura, con ese lugar. Entonces reconozco un rostro que me confirma todo como si faltara, es aquella jovencita que sin duda ha crecido y es una más hermosa como se podía adivinar. Ella parece saber que la he visto antes, me recuerda, todo se sabe por la tranquilidad en su mirada. Estoy con mis padres, es incómodo acercarme a una ahora joven mujer que ellos no conocen y a la cual yo aún debo decirle que recuerdo soñarla y que es un encuentro extraordinario para ambos, yo sé que ella es consciente de todo, pero no puedo dejarla con que lo sepa por sí misma, debe saberlo además porque yo se lo digo.
Me le acerco como si sólo mirara el lugar y ella con su lenguaje corporal parece invitarme a sentarme junto a un banco de enfrente de su casa, su casa parece algo más modesta en relación a las demás casas. Como preveía, mis padres me siguen y encuentran curiosa la escena, yo me siento junto a ella y no soy capaz de pronunciar una sola palabra, aún proceso lo que sucede. Con ella soñé hace años, soy consciente de ello en el mismo sueño, sin duda es ella y es la confirmación de que he enlazado un lugar ficticio en por lo menos 3 ocasiones y con una diferencia de tiempo abismal. Lo primero que se me ocurre es preguntarle si lo que intuyo es así. Pero mis padres están muy cerca, si me acerco a ella con esas palabras y ese mensaje encriptado, pensarán que intento ligarla. Tengo novia, pensarán que soy un sinvergüenza y no la respeto y que nuestra relación es una mentira. Yo pienso mucho en ella y confirmo que en efecto, mi desmesurado interés es difícil de explicar y ciertamente cualquiera tendría derecho de pensarlo. Cualquier puede sospechar que sería una traición a mi novia pretender charlar de tal forma con una extraña.
Entonces parece que su madre sale y cree que somos invitados, mi padre conversa con la señora y nos ofrece algo de comer y yo aún no digo nada, de ella no recuerdo una sola palabra pero parece que de alguna forma ayuda a que la situación se prologue y debo hablarle. Al tener a mis padres tan cerca previsiblemente sospechando de mi extraña actitud con aquella joven y objetivamente guapa, se me ocurre un plan que no parece tener punto débil mientras es concebido, pienso en sacar mi celular y ponerle la pantalla de añadir contacto, así ella, quien en mi pleno convencimiento es una chica inteligente y tiene un vínculo conmigo, sabrá que debe poner su número y su nombre. Dejándome entonces prueba de que es cómplice de mi regreso al lugar, de mi sueño recurrente, y de que es alguien que ha sido creada en él y ha evolucionado como el lugar mismo. Teniendo esa prueba, soy consciente de que no es real, pero de que de alguna manera podría buscarla, que aún cabe la posibilidad de encontrarla luego, en otro sueño, con mayor facilidad.
No hay que malinterpretar, ella es linda y sin duda físicamente capturó mi atención antes por eso, pero eso también es influenciado por lo maravillosa que me resulta su aparición, el vínculo y lo que representa que esté ahí de nuevo, que además haya crecido y parezca tan real como cualquier otra persona que encuentre cuando despierte, soy consciente de ello, como consciente de que amo a mi novia y que lo último que pretendo es arruinar lo que tengo con ella, una complicidad mayor que con nadie y una confianza equivalente. Pensaba en ella siempre durante el sueño. Tenía una misión, debía conocer a aquella soñada pero cuando me decido por sacar el celular después de vigilar repetidas veces los movimientos y las miradas de mi padres, es cuando despierto y el fastidio de haber dudado conseguir aquella prueba que se sentía definitiva haya sido el fracaso de mi cometido.
Aquel sueño ha dado vueltas en mi cabeza todo el día, sentía la necesidad de documentarlo porque en mi mente sigue la duda del desenlace posible en el caso de no haber dudado, pero cada vez que lo pienso confirmo que esa duda, esa incomodidad, mis padres, se trata de la representación de mi incapacidad de hacer lo que aunque mi curiosidad de saber si esa prueba me servía para tal vez comprobar su existencia porque se sentía así, sentía que mi inesperado interés por ella era una traición por lo menos simbólica a mi novia, a quien considero sin atenuantes, excepciones ni pausas, objetivamente, muy felizmente y sin el juego de palabras, mensajes cifrados, encriptados y significados que el título de este texto lleva, la chica de mis sueños.
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