Sentimiento frustrante . Escribir sin saber lo que quiero decir. Algún intento inconsciente de redención. El alma solicitando reparación.
Alguien se rie, sarcástico, en el fondo de un ser.
Los perros siempre ladran sin ton ni son. Como los recuerdos amargos. El sin sentido de Dios pensando el infierno para crear el bochornoso verano.
Un día más esperando el milagro de no ser uno mismo, para ser ese diferente, que, quizás, será peor. Pero, la voluntad, es un racimo de rosas sobre tu cuerpo yermo y desolado.
Dónde la calma intenta abrirse paso, practican los caballos de guerra y ejecutan los adultos sus absurdos juegos infantiles.
Negarse a aquello que más nos gusta, también tiene algo de gratificante.
La gente que yo considero estúpida, puede que sea más inteligente que yo. Lo sé, aunque prefiero ignorarlo.
Confundo el aire con las sombras de la mente. Y respiro esas sombras como si fueran los dolores que deseo extirpar. Cada aspirar y expirar es el rasguido espantoso de una guitarra muerta.
Procuro elegir el momento cuando entro a la carnicería. El tiempo se estremece cuando un bufón llora.
Parque de diversiones, fábrica de risas...espectros de la realidad. Dispongo de una libertad que me esclaviza y me da miedo.
Al fin entro en la carnicería. Me acompaña mi eterno compañero. Sólo quedamos tu y yo, amigo... ¿Quién de los dos terminará la tarea?
Únicamente un idiota reconoce a otro idiota.
Son aquellos que piensan que la única manera de evitar la violencia es, huir...
Fuí mitigando mis antiguas penas agregando penas nuevas.
En nuestro cuerpos veranean las malas lenguas. Y las palabras que sobran y el viento se lleva, oídos extraños las recogerán.
Nada más he quedado yo de la carnicería, amigo mio...
Y te extraño...