Los invasores trashumantes tienen dos características fundamentales. Son entidades que dependen de otras desde el punto de vista energético y asumen formas que no se distinguen de sus víctimas. Un trashumante vive de uno o varios seres humanos succionando su energía. Lo influye en su salud y en su vida diaria. Se aprovecha de los sentimientos negativos de la víctima como son el odio, la culpa, el temor y el complejo de inferioridad. Ellos saben que de esa manera el ser humano se vuelve más productivo para ellos desde el punto de vista energético. El ser humano siempre ha tenido referencia de ellos llamándolos antiguos, demonios o dragones. Son más inteligentes que el ser humano y a veces su influencia es tan sutil que pareciera que no existiesen. Como son más hábiles que el ser humano lo influyen e incluso hacen alianzas con los humanos o con tribus o razas de la tierra. Al ser humano que los invoca y se les alia le dan riquezas, poder, sexo, fama, etc. En ello radica la fama de muchos políticos, artistas, banqueros y religiosos. La otra característica fundamental de los trashumantes es que pueden reanimar un cuerpo de una persona recién fallecida y seguir viviendo en ese cuerpo sin que ni siquiera la familia lo note. Ellos han dominado a la tierra durante miles de años y le enseñaron al hombre el arte de la guerra, el canibalismo, la agricultura y la religión. Están metidos en todos los gobiernos y son el verdadero poder detrás del trono. En política ocupan el bando de los buenos y el de los malos y desde allí manipulan todo. Unas veces su centro de poder está en Estados Unidos, otra en Europa y ahora en China. Ellos permiten que el ser humano se desarrolle según sus propios intereses pero se cuidan que este no despierte y que no acabe con la tierra y por ello su afán de crear una guerra mundial que disminuya, sustancialmente, la población. Ellos montaron una esfera de titanio por fuera de la tierra la cual se ha cubierto de polvo cósmico y parece un planetoide y que conocemos como luna. Es un haz bajo la manga para lanzarla al agua como hicieron con otras esferas y producir inundaciones masivas haciendo que las aguas marinas subieran hasta el Tibet en donde se encuentran conchas marinas. Cuando el planeta tenía 4 lunas el campo gravitacional hacia afuera era mayor y entonces aquí había una vegetación de arboles gigantes lo mismo que los animales y el hombre. Actualmente hay una lucha enconada entre estos seres y otros la cual no percibimos a simple vista pero que es determinante en muchos aconteceres del planeta. De ese resultado dependemos.