Una dama, al sufrir
se le va un pedazo de su ser,
dolor sin cansancio,
bastantes golpes le has dado,
que no tienen compasión.
Así está la mujer decepcionada
donde sus largos ratos de gozo
lo pasa en tristeza,
se siente arrancada de tantos engaños,
está sola y sin compañía,
solo Dios sabrá,
necesita de alguien
ese alguien eres tú o soy yo,
si no tiene a nadie
es una rosa marchita,
se secan sus pétalos,
se consume la ternura en desprecio.
Abandonada, solo ella
la mujer de tus ojos,
cuídala y protégela,
es tu mujer, valórala,
de verdad tienes un buen corazón,
abrázala y si no es así
otro la abrazara por ti,
dale un apretón hasta sembrar
la caridad en su alma. |